Se miró en el espejo una vez más, casi no se reconocía. Era como si se tratara de alguien diferente.
Desde que tenía memoria lo vestían de manera horrible, pero hoy era completamente diferente.
—Haz conseguido un buen prometido...así que podrás vestir con telas finas y de los colores que te corresponden...tus suegros deben ver que eres una jovencita viva y educada.
Su madre terminaba de colocarle el tocado en el cabello, y su dama de compañía le hacía un hermoso moño en la parte trasera de su hanbok.
—Es una ocasión especial hijo...así que usarás esto...gastamos lo último que nos quedaba para hacerte ver así de hermoso así que por favor...—lo tomó por los hombros firmemente —no lo arruines o moriremos de hambre...
Lo dejaron solo, se acercó demasiado al reflejo y delineo con los dedos su rostro, llevaba un maquillaje precioso, nunca había usado algo así en su vida, ni siquiera tenía maquillaje. Y la ropa...era un Hanbok enorme pero le encantaba, de ahora en afrlante podría vestir como se le diera la gana.
—No te emociones...—susurró bajo cayendo en cuenta de porque era que aceptaba eso, se sentó en el suelo y se mantuvo mirando sus manos por un buen rato, pudo sentir de nuevo el olor a alcohol en sus fosas nasales, el roce caliente y brusco del contrario en su piel, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Abrazó sus piernas en un intento fallido de dejar de pensar en ese dolor. En cuanto suplicó y lloró para que lo soltara y no siquiera dañandolo, en todo lo que gritó para pedir ayuda y nadie llegó.
—¡Vámonos!...—su madre entró a la habitación, alzó una ceja confundido al verlo llorar con tanto sentimiento.—¿Qué es lo que te ocurre?...
—Tengo miedo...—fingió secándose rápidamente.
—Ellos van a adorarte...eres muy educado...—lo levantó y le arregló él maquillaje—sube al palanquín, ellos ya nos esperan...
Salió tras de ella e hizo lo pedido, estaba nervioso, quizás tendría la oportunidad de verse con su prometido. Su madre le había dicho que tenía una semana hasta él día de su boda, no sería mucha diferencia una semana de embarazo o dos.
Se quedó dormido casi todo el camino, cuando llegaron su dama de compañía lo removió un poco.—Señorita...salga ya...—le susurró levantando la maya protectora.
Salió bostezando un poco. Se arregló el vestido y no fue hasta que se espabiló, que notó donde se encontraban.
—¿El palacio?...¿Porqué estamos aquí?—sus piernas empezaron a temblar, ya entendía el porque de usar esa ropa tan fina.
—Te dijimos que el Rey había bendecido tu matrimonio...ellos son tus suegros...El Rey y La Reina...parate derecha...—empezó a hablarle como si fuera una mujer, Wook tragó saliva y guardó compostura. Sus padres habían ido demasiado lejos por dinero.
El palacio era un lugar precioso, no podía negarlo, pero también tenían la mejor medicina, sus médicos casi nunca se equivocaban y era obvio que sabrían sobre si resultaba preñado y las fechas no coincidían. O si se enteraban que era un hombre y no una mujer como lo decían. Estaba entrando a un lugar donde debía tener cuidado con todo lo que dijera o hiciera.
El enorme salón se abrió y fueron anunciados, no se les permitía ver al Rey a los ojos por lo que al entrar él y sus padres hicieron la debida reverencia y de arrodillaron frente suyo.
—¿Te llamas RyeoWook cierto?...es un nombre curioso...para una linda muchacha como tu—el Rey rió suavemente —puedes levantarte y mirarme...te convertirás en mi nuera...
—Muchas gracias Su Majestad...—se levantó haciendo otra reverencia, su vista pasó al Rey y también a La Reina, era una mujer hermosa a pesar de su edad.
—Espero que tu matrimonio con mi hijo sea beneficioso...yo mismo me encargué de emparejarte con el mejor partido.
—Su Majestad...no merezco sus atenciones...—hizo otra reverencia, empezaba a sentirse intimidado.
—Tonterías...esperaba que pudieras conocerlo hoy pero al parecer tuvo que salir...tendrás que esperar paciente hasta el día de su boda, la celebraremos en el palacio claro...—rió—estoy seguro que darás a luz pronto a nuestro heredero...
Inmediatamente se puso nervioso y carraspeó la garganta.
—D...¿Dar a luz?...¿S...su majestad?...—empezaba a sudar frío.
—Claro...he considerado que tu prometido, el Príncipe heredero JongWoon, debería tener contigo a quien se encargará del Reino cuando faltemos...vienes de una familia admirable y tienes una belleza sin igual...he tomado una buena decisión...
—Principe heredero...—susurró para si mismo, iba a convertirse en una maldita Reina, esto estaba yendo muy lejos, no sería capaz de soportar tanta presión—Se lo agradezco con todo mi ser Su Majestad...—se hincó en el suelo para hacer la reverencia que su educación le exigía—Su gracia es inconmensurable...espero no defraudarlo...no tengo palabras para agradecer su infinita amabilidad...
—Larga vida al Rey...—susurró La Reina con una sonrisa.
—¡Larga vida al Rey!—respondieron al unísono él y sus padres. El mencionado sólo rió de felicidad.
—Bienvenida a la familia hija mía...—sonrió levantándose, fue hasta el y lo abrazó, Wook no supo que hacer. Jamás había sabido de alguien que le ocurriera algo así. Debía ser un sueño, el Rey de su nación lo abrazaba, ¿Debía responder?, no...¿Y si se ofendía por no responder?...entró en un pequeño conflicto, su cuerpo se enfrió de repente, no quería morir por algo tan estúpido. Pensó y pensó hasta que se rindió.
No supo más después de que su cuerpo pegara bruscamente contra la madera en el suelo. Lo había arruinado.
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•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
Fiksi PenggemarSu familia está en la total quiebra, y por suerte encontraron al marido perfecto para su "hija"; aquel que les devolverá aquella posición social a la que están tan acostumbrados. Sin embargo hay un pequeño inconveniente, algo insignificante la verd...