•Son Secretos de una Dama• ✿YeWook✿⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

❁49❁

Yesung llegó al palacio junto a la caravana que lo acompañaba, todo afuera estaba vacío, los guardias inconscientes en el suelo y sangre por todos lados, no podía siquiera pensar en que la historia de aquella noche en que murió su madre se repitiera, no con wook ahí dentro y solo con su hijo.
Envió a los que lo acompañaban a revisar cada rincón mientras el iba directamente a buscarlo, abrió cada habitación entre la oscuridad hasta que en una logró encontrar a Sungmin con todos los niños, de igual manera estaba inconsciente.

—Oye...¡Despierta!—lo tomó por los hombros y lo sacudió lo más fuerte que pudo—Sungmin...¿Qué ocurrió aquí?...¡Oye!—no despertaba pero al seguir insistiendo lo vio recuperarse de a poco—gracias al cielo...¿qué ocurrió?, ¿Donde está Wook?...¿Mi pequeño está bien?—esta vez se refería al bebé dormido a un lado.

—¿Qué?...—vio a Yesung de arriba a abajo y después a su alrededor—santo dios...Su Majestad...—sintió ganas de llorar—Su Alteza La Reina está...dando a luz...—no podía andarse con rodeos, era posible que estuviera en peligro, volteó a ver al pequeño y después de revisar a todos asintió —sólo duermen Su Majestad...

—¿Qué?...¿Ryeowook dando a luz?...él no me dijo nada...¿está bien?...¿Porqué el palacio está hecho un desastre?, hay gente muerta e inconsciente...

—Estaba asustado de si su hijo no era de usted Su Majestad...si no de aquellos tipos que se aprovecharon de él...Wook hizo un trato con la bruja que lo maldijo para que se deshiciera de la maldición, a cambio le entregaría al bebé que esperaba, pero era una trampa, Wook trajo al mejor hechicero desde china para ayudar a deshacerse de la bruja...quizás las cosas hayan salido mal...dios santo...

—Carajo...—Yesung comenzaba a encontrar razonable que esa mujer no pidiera nada a cambio por liberarlo. Se sintió tan mal por lo que su pequeño había tenido que hacer—¿Puedes decirme donde está?...

—Acondicionaron uno de los salones grandes para que diera a luz ahí acompañado del consejo de magia, de la guardia real y de aquel hechicero...—no le dijo nada más, simplemente lo vio correr por la puerta y desaparecer.

Yesung mantenía el alma en un hilo conforme se acercaba más y los ruidos de gritos acompañados de lamentos se hacían más fuertes. Entre ellos escuchaba los de su esposo y los de un bebé. De inmediato comenzó a recordar algunos escenarios buenos y otros malos que habían vivido juntos, aquello lo hizo sentirte aun más terrible y llorar. Era su culpa. Era todo su culpa.

❀FLASHBACK❀

—¿Estás seguro de que puedes hacerlo?...—Yesung trataba de ayudarlo a caminar hasta la cocina, pero Wook insistía en hacerlo solo.

—Yo puedo hacerlo Yesung...sólo...deja que me agarre de aquí...—se recargó en una de las barandillas de las escaleras para bajar lento y llegar hasta las ollas.

Los médicos le habían advertido que no debía agitarse tanto por su embarazo de tanto riesgo, pero entre platicas, Wook había decidido hacerle algo de comer a su mayor, los meses siguientes ya no iba a poder siquiera levantarse así que era ahora o nunca.

—Quizás deberíamos regresar a la habitación...las damas pueden encargarse de eso Wook...anda...—le tomó el brazo para tratar de que le hiciera caso.

—¡No!—gritó de repente con los ojos llorosos—quiero hacerlo...por favor...—se los talló para limpiarse y servir algo de arroz en un tazón como podía, estaba muy cansado y jadeaba del esfuerzo que hacía al mantenerse de pie —quiero ser como esas esposas del pueblo...quiero hacer algo por ti...—al intentar cambiar de lugar con el tazón, éste se le resbaló de las manos, comenzó a llorar con fuerza debido a que no podía hacer nada bien en ese estado, se hincó en el suelo y se cubrió el rostro, Yesung no sabía que hacer o como reaccionar—tu me traes tantos regalos...me compras esos dulces que saben bien...me ayudas en todo y yo...no puedo servirte un poco de arroz...

—No necesito arroz...—susurró sentándose detrás suyo, lo abrazó con fuerza y colocó ambas manos sobre su vientre ya crecido—te necesito a ti...te necesito con vida...necesito a mi hijo...necesito que estén conmigo...porque los amo Ryeowook.

❀FIN FLASHBACK❀

Abrió la puerta del salón rápidamente, estaba hecho un horror ese lugar, Wook lloraba en el suelo envuelto en mantas manchadas de sangre. Un hombre alto y con túnica sostenía al bebé mientras pisaba el cuello de una mujer en el suelo, al mirar mejor notó que era aquella que le había quitado la maldición, era esa bruja.

—¿Qué está ocurriendo aquí?...—se dirigió rápidamente a Wook, sin dar explicaciones lo levantó del suelo y lo regresó a la cama, seguro debía estar muy adolorido por el parto. Pasó la vista al bebé y al chico que lo sostenía.

—Zhoumi...debes entregárselo...—con sus pocas fuerzas Wook señalaba a Yesung de un manera desesperada, fue entonces que supo que se trataba de su esposo.

—Su Majestad...—hizo una suave reverencia aun batallando con la mujer bajo suyo, entonces le entregó al pequeño—por nada del mundo quite el sello en su estómago...

De la nada hizo aparecer un par de cuerdas que tenía un brillo extremo, Yesung estaba asustado, no entendía nada, tomó al bebé con fuerzas en su pecho y retrocedió al ver como con esas cuerdas sometía a la bruja para evitar que escapara.

—¡Sueltame!—gritaba—ese niño me pertenece...yo hice un trato con él...él es el malo aquí...—su vista enfurecida y brillante pasó a Yesung—ese pequeño engendro ni siquiera es hijo suyo Su Majestad...si no mal recordaba los bastardos no son admitidos en el palacio...así que su deber es asesinarlo...

—¿Qué?...—Wook negó rápidamente intentando levantarse para ir donde su hijo—no puedes...no...

Fue un pequeño momento de tensión, el mayor sabía que era verdad, eso estaba condenado en el palacio y la familia real pero al ver de vuelta a su esposo sufrir de esa manera algo en el interior lo hizo llenarse de valentía.

—¡No!—abrigó bien al pequeño, dejándolo después en los brazos de su madre—no voy a asesinarlo...si es hijo de Ryeowook también es hijo mío...es el segundo príncipe de esta nación...y va a ser respetado como tal—miró a Zhoumi e hizo un par de señas—sacala de aquí...

—Ella está pérdida Su Majestad...—con una sonrisa el hechicero la sacó casi arrastrando, y era verdad, después de sacarla, y justo al amanecer, esa mujer moriría. Ninguna bruja como ella soportaría el más puro sol en todo su esplendor. Por eso mismo se ocultaba en lo profundo de la tierra y el trato era al atardecer.

La ató en el patio del palacio con la ayuda de los guardias y sólo se retiraron unos metros para esperar.

—Esto es tan injusto muchacho...—susurraba desesperada—yo cumplí mi parte...me deshice de la maldición de ese hombre...todos ustedes van a irse directo al infierno, vamos a sumirnos en la miseria y este Reino va a caer...—el sol salía poco a poco y su piel se quemaba, después de lanzarle una mirada de odio simplemente se quedó quieta y esperó su final.

—Arruinaste la vida de muchas personas a lo largo de tu existencia mujer...esto es lo menos que mereces, estoy siendo amable contigo al permitir que mueras de forma digna,  y que quizás en una próxima vida puedas rectificar esos errores...mucha suerte allá arriba...

Zhoumi la miraba sin expresión alguna, pero en el fondo estaba feliz por haber presenciado aquello, esa mujer había hecho tanto daño, inclusive a su familia, y ahora esa era su venganza. Después de verla hecha cenizas totalmente, las personas hechizadas en el palacio despertaron, era un nuevo día y todo afuera parecía como si nada hubiera pasado.

Se encargó después de meter todo lo que quedaba de ella en una vasija enorme y sellarla. Su trabajo ahí estaba hecho.

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