El amor cura o mata. Jamás sintió amor por nadie tal vez eso la llevo a amar tan pateticamente a un patán. Después de ser forzada a vender su vida tuvo una especie de estocolmo que la llevo al mismo infierno, ¿Al final fue feliz o infeliz?.
- ¿Podemos hablar a solas? - sin darnos cuenta Jihyo retomó su lugar en la mesa junto a nosotros, ninguno pudo continuar con la charla por la fuerte presencia de la mujer - Entonces, ¿podemos o no? - volvio a repetir con un poco más de seguridad.
- ¡claro!, mi amor puedes subir un momento con Jeongsan - Jungkook acaracio mi mejilla acompañando su solicitud.
- perdón Jung pero con quién quiero charlar es con ella - Jihyo puso su mirada en mi.
- ¿de que podrías hablar con ella?.
- eso es mi problema.
- Jihyo está vez no por favor.
El parecía muy tenso respecto a su petición, quiza tenía en mente algo de lo que antes había ocurrido, regrese a la vez que se negó a qué ella y yo estuviéramos solas, esa vez que ella me llevo dónde Yerim, cosa que claramente no podía ocurrir otra vez teniendo en cuenta la situación actual.
- no te preocupes mi amor seguramente solo quiere charlar un poco - sujete su mano entre las mías, era tan notable su inseguridad, cerre los ojos para pedir que nos dejará.
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Apretó sus labios antes de chasquar la lengua e irse, la soledad atrajo consigo un silencio algo incómodo, por algunos minutos nadie hablo pero luego ella fue la primera en hacerlo.
- fue en mi último viaje - sus ojos cambiaron - ni siquiera pensaba en ir a un lugar como ese, pero lo hice, recién había llegado, me sentía hambrienta así que salí a buscar algo de comida, cruzaba la gran avenida cuando mire al otro lado de la calle los ojos de Daniel - gotas de agua salían de sus ojos con recuerdos encapsulados - cruce rápido, mi boca repetía una y otra vez esa disculpa que ensañe por horas y días, derrepente cuando estube cerca casi al punto de que el me viera..... - su voz se cortó casi impidiendo que pudiera hablar - mire a esa chica rubia de su mano, ambos sonreían el uno con el otro, ella se sujetaba a su cintura con fuerza como si fuera una niña pequeña.
Jamás pensé que ella se abriera conmigo de esa forma, tal vez lo hacía por qué sabía que yo tenía una relación con Daniel, pero era tan extraño ver a esa mujer siendo frágil, con ese aspecto rudo y prepotente.
- ambos entraron a un restaurante, no se por qué maldita sea pero lo seguí, su interacción era tan hermosa, tan perfecta, Daniel parecía tan feliz con ella - su mirada se perdió en los arbustos de rosas que adornaban el jardín - los mire durante toda la cena, el la alimento como a una niña y ella se dejaba consentir, conmigo nunca fue así - su rostro comenzó a perder su maquillaje - Daniel sonreía con tanta facilidad que me hizo pensar... ¿que me faltó para que el fuera así conmigó? - guardo silencio antes de volver a hablar - todo había acabado, después de eso salí y tome el siguiente vuelo a dónde fuera, unos días después regrese a Corea - suspiro con fuerza - desde entonces estoy así, se que tengo que vivir una vida sin el y que nunca volvera a mi, hoy gracias a ti se que se casó y es feliz así que tomaré toda la fuerza que tengo para seguir adelante.
