El amor cura o mata. Jamás sintió amor por nadie tal vez eso la llevo a amar tan pateticamente a un patán. Después de ser forzada a vender su vida tuvo una especie de estocolmo que la llevo al mismo infierno, ¿Al final fue feliz o infeliz?.
- Soo Young, tines una cita en punto de las 3, irás a una comida de beneficencia con él joven Jeon.
- puedes dejar de llamarlo joven Jeon, dile Jungkook, kook, kukencio, individuo o como se te ocurra pero deja de decirle joven Jeon - todo el mundo se refería a el así, eso me irritaba, la razón por la que nos dieron un nombre era para utilizarlo y aquí al parecer no les importaba, todo el mundo nos decía señorita, joven, presidenta, todos se llamaban con honoríficos.
- lo haré.
- Hwasa se que para ti es difícil pero me crié en América y no entiendo de posiciones, discúlpame - enrede mis manos por primera vez en su cintura, sentí su cuerpo endurecer por mi contacto - y acostumbrate a ésto.
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Fuimos a desayunar después de que leyera mi agenda del día, luego fuimos a comprar un poco de ropa para la ocacion, al parecer era una reunión poco importante así que compre algo sencillo y bonito.
Una vez llegamos al hotel me aliste lo más rápido que pude, tenía que ver a el individuo cerca de las dos de la tarde, el me llevaría a la recepción.
En punto de las dos estuve en el lobby dónde mire la espalda de ese hombre esperar por mí, no dijo nada solo camino una vez que me miró, seguí sus pasos asta el vehículo que nos llevaría, como todo un caballero abrió la puerta para mí pero no fue asta que llegamos a el lugar que me habló.
- llegamos - bajo de el auto, luego camino asta mi puerta para abrir también, me extendió su mano para bajar.
Bajé sin tomar su mano, no quería tocarlo sin motivos y en ese momento nadie estaba presente, camine delante de el asta estar frente a la gran puerta de cristal, me detuve para estar a la par de el, fue entonces que tome su brazo.
- ¡ahora sí! - me miró con una mueca burlona.
- recuerda que esto es un show, antes no había motivos para tomar tu mano.
La reunión avanzó en perfectas condiciones, fuimos la pareja más común en el lugar, no mostramos mucho pero dejamos ver qué éramos novios, me sorprendí a mi misma, no sabía que podía reprimir mis emociones también, pero era de esperarse después de años de entrenamiento con mi padre.
La semana se fue casi volando, fuimos a dos reuniones más en donde actuamos tal como la abuela quería, de alguna forma nuestra actitud cambio un poco, si bien no dejamos de ser fríos el uno con el otro, nuestras respuestas parecían más cordiales y sinceras.
El sábado por la tarde sería nuestra última actividad en Macao después regresaríamos a Seúl, la tarde pintaba para ser de lo más común asta que llegamos a la reunión, a diferencia de las demás está estaba llena de gente conocida de Jungkook, note de inmediato la incomodidad en su rostro.
Las miradas curiosas nos seguían a cada movimiento, al principio intenté seguir con la rutina de los días pasados pero la cara de el individuo me suplicaba por ayuda.
