El amor cura o mata. Jamás sintió amor por nadie tal vez eso la llevo a amar tan pateticamente a un patán. Después de ser forzada a vender su vida tuvo una especie de estocolmo que la llevo al mismo infierno, ¿Al final fue feliz o infeliz?.
En Busan las cosas pintaban a empeorar, en la sala de estar algunas personas nos esperaban, Daniel, Jihyo, la abuela, personas que no conocía y Yerim, al verlos un balde de agua me golpeó tan fuerte que casi me voy de espaldas.
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- bienvenidos - la mujer mayor hizo un gran alboroto al ver que ambos cruzamos por la puerta, el individuo tenía consigo las maleta en sus manos, las mismas que cayeron al piso al mirar lo que yo veía.
- hola - Daniel también saludo cortésmente.
Jihyo y Yerim solo dieron una mirada sin molestarse por saludar y los demás solo saludaron a Jungkook, la abuela se tomó de mi brazo en ese instante, con fuerza me arrastró asta la sala para obligarme a sentar.
- permítanme un momento - se alejo sonriendo una vez que ocupe su lugar.
El individuo se quedó parado cerca de la sala con Daniel a su lado, su expresión era diferente, tan diferente que no sabía que ocurría, no se veía enojado o triste, tal vez se veía confundido o frustrado, todo era por mi presencia y la de su novia ahí, ¿en principio a quien se le había ocurrido?.
La mirada desdeñosa de Jihyo me dió la respuesta a varias de mis preguntas, ella era tan inconsciente que no pensó en lo incómodo que ponía a su primo.
- ¡¿por qué no te acercas Jung?! - un chico que estaba sentado a lado de Yerim se levantó dando el lugar a Jungkook este a su vez se puso rígido como cadáver no obstante el chico empujó la espada de el individuo.
- ¡vamos Jung tu novia te espera! - otra mujer argumento entre risas.
- ¡si, vamos Jung! - con desfachatez repitió Jihyo mientras me miraba con burla, no pude decir nada.
- calma Ravi - Jungkook se detuvo antes de estar cerca de sentarse.
- ¡¿no te avergüenza tu novio?! - un tipo sentado a mi lado dijo con desdén.
- ¡cállate Taeyeon! - Jihyo le gritó al tipo.
- ¡sientate ya Jungkook! - está vez la orden la dió la mujer de la que hablaban, Yerim.
- fue un placer me disculpo -despues de mirar perpleja la escena, di una pequeña reverencia a el grupo, camine a la puerta ante la mirada de ellos, tome mi maleta y subí a mi habitación.
Cada paso que daba me dolía, como pudo Jihyo hacerme ésto, al entrar en la habitación mire un corazón de rosas en la cama, ella planeo todo para ellos realmente no me quería aquí.
Salí de ahí con el llanto reprimido en mi garganta, bajé tan pronto como subí, salí de ahí sin importarme nada, no podía seguir siendo buena con esto, me supongo que si existiera un hospital para el dolor por amor en ese momento hubiese ido para internarme en terapia intensiva.
Me senté en el jardín con mi bolsa en la piernas, no quería que nadie me viera, así que me escondí lo más lejos que pude bajo un árbol, me senté y por fin lloré, llore tan fuerte que sentí que me moría.
