Los ojos del océano

35. Una interrupción adecuada

POV'S EVA

(ACLARACIÓN: Este capítulo está narrado completamente por Eva)

Después de confesarles a mis tíos y Hugo lo ocurrido con el rey sentí que lo perdía todo lo cuál había sido una buena estrategia por parte del rey porque me dejaba con vida a mí y a todo lo que quería pero estando completamente sola. Tras la salida de Hugo de la sala mi tía no tardo en repetir varias veces una negación en forma de desaprobación con la cabeza dándose paso para salir sin decir absolutamente nada y dejándonos solos a mi tío y a mí que me miraba con pena como si viese algo que ya ha vivido. 

Se levanta de su silla para ocupar donde antes estaba Hugo no sin antes dejarme un beso en la cabeza haciéndome ver que aún sigue junto a mí y cuando se sienta su mano busca la mía al igual que sus ojos que cuando chocan con los míos se retuercen de dolor al verme.

-Eres tan igual a tu tía que a veces al mirarte creo que la estoy viendo a ella.

-Eso me dice a veces mamá- río flojo.

-Eva, lo que hiciste te diría que está mal pero creo que hay un porqué que no nos has contado ahora y quizás no debas contárnoslo a tu tía y a mí pero si a Hugo porque después de lo ocurrido él ha perdido a su madre- me explica como si me contase un cuento al igual que cuando era pequeña-. Recuerdo cuando una vez fue Fer, el padre de Hugo quién me animó a mí a que hablase con tu tía porque no la decía toda la verdad, fue algo así como que tu tía realmente no conocía el porqué de mi comportamiento tan extraño que una vez en la calle cuando estábamos paseando la hice tirarse al suelo pensando que era algún enemigo y no la gustó mucho porque con el apellido Barreiro era algo diferente.

Le miro atentamente esperando saber cual fue la solución que le puso a su problema y viendo de una forma diferente a mi tío ya que sabía que la guerra le creo un trauma pero no imaginaba que pudiese ser tan grande como han contado antes y la situación que me acaba de plantear.

-Finalmente le dije todo, es más fue allí cuando casi me declaro porque ya sabes que oficialmente no me declaré allí- me guiña un ojo sonriendo-, pero para tu tía y para mí ese momento fue donde ella decidió ayudarme a superar ese trauma y yo pude pasar junto a ella el resto de nuestras vidas.

-¿Crees que debo hacer eso?- digo con un poco de miedo.

-Si realmente sientes eso que yo veo desde fuera que te esfuerzas por esconder, ve allí fuera corriendo antes de que se rompa él solo- me da un apretón con la mano.

Me sorprendo ante lo mal que parezco esconder mis sentimientos y cuando me levanto corriendo le abrazo hundiéndome en todo lo que significa mi tío que ha sido como ese padre que siempre hubiese deseado tener ya que el mío nunca tenía el suficiente tiempo para dedicarme solo para discutirme como debía comportarme. Es hora de repetir la historia de mis tíos.

-Gracias tío, muchas gracias de verdad- sonrío aún en sus brazos.

-No me las des Evita, ahora corre y ve fuera, haz esa historia que tu tía no pudo hacer corre- me dice soltándome y empujándome hasta la puerta.

Con la boca moviéndola como si fuese un pez en el agua soy arrastrada por él intentando comprender sus últimas palabras pero no tengo tiempo que perder porque como ha dicho y eso si lo he entendido tengo que llegar hasta Hugo antes de que se resquebraje él solo. Me hago hueco e intento evitar los pasillos llenos de gente para así salir cuanto antes al bosque donde el sol marca ya la tarde con un cielo rojizo similar al humeante fuego que desprenden los incendios como el que he causado yo sola. Agudizo mi mirada que es uno de mis fuertes para encontrarle junto a un tronco apoyado viendo el cielo, creo que le he pillado justo porque en cuanto me acerco a él se gira como un animal asustado viendo a su cazador de frente. Trago saliva al pensar cómo debe verme ahora, la destructora de todo lo que tenía, desde luego no debo ser unas vistas agradables para él porque sus ojos de un color que aún no he logrado adivinar me acusan sin querer hacerlo.