30. Tú, color rojizo

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¿Cómo se le dice a una familia que nunca más volverá a ver a su hijo? ¿Cómo le dices a una madre que el único hijo que tenía a muerto y ni si quieras tienes el cuerpo para poder despedirte de él como se lleva haciendo desde hace demasiados siglos atrás? Es difícil pensar que tienes que ir a la casa de alguien a quien querías y has visto morir con tus propios ojos e incluso al cuál intentaste salvarle la vida pero era demasiado tarde, pero es más difícil ser el familiar y enterarte de todo de golpe, de que has perdido a tu hijo porque este pertenecía a una organización de la cuál no puedes hablar mucho porque es secreta aunque ya hasta el rey debe haberse enterado de lo del poblado desalojado. Otro problema ya que tenemos demasiadas familias en Otpor y al menos la base es grande pero las reservas de alimentos es algo que no creo que nos vaya a sobrar mucho aunque apenas sepa de ese tema ya que desde que me he despedido de mi familia he ido directo a la sala de entreno para practicar con los cuchillos de aprendizaje y mejorar mi puntería para el próximo enfrentamiento que ahora después del primer paso seguramente sea inminente y apenas nos de tiempo a recomponernos entre batalla y batalla a aquellos que sobrevivamos.

Mientras atravieso por octava vez al mismo enemigo en diferentes simulaciones oigo que la puerta se abre provocando que me gire amenazante conteniendo uno de los cuchillos sin soltarlo directamente a la cabeza del intruso como estaba practicando en estado de alerta y furia en todo mi cuerpo. Esta vez sin capa ninguna y con su pelo recogido en una trenza se acerca a mi con calma haciendo que baje el cuchillo sin mediar palabra alguna. La miro y observo un pequeño mechón que se ha escapado de su recogido dejando ver que está algo húmedo aún, su mano me quita el cuchillo dejándolo en su sitio bien colocado volviendo hasta la puerta provocando la hipnosis que sabe que es capaz de hacer a cualquiera.

-Tenemos que ir a la sala principal, hay cosas que hacer antes de seguir matando a vigilantes- me sonríe y sale por la puerta.

La sigo sin pensar en lo que pueda pasar en la reunión acompasando nuestros pasos y respiraciones como pocas veces solemos hacer pero que ahora mismo desde el riachuelo parece que se ha convertido en algo bastante común entre nosotros e incluso necesario para poder ir a los sitios sin ninguna interrupción. La sala está llena, Maialen parece bastante agobiada y el sitio que ocupamos Eva y yo está libre e incluso el último asiento que usó Gèrard se ha quedado vacío y se mantiene así cuando Eva y yo nos sentamos, como si no fuese posible ocuparlo ya que aunque físicamente no está sabemos que él tampoco ha faltado a la reunión.

-Chicos, estaba preguntando si alguien se ofrecía a ir a casa de Gè a comunicarle a su familia... bueno pues...?- no dice nada más y su mirada se desvía al suelo.

-Yo voy, cuenta conmigo Maialen. Sus hermanas saben que éramos muy buenos amigos y se lo debo- dice Eva sonríe sin ganas.

-Vale perfecto, ¿alguien la quiere acompañar o va ella sola?- dice Maialen descolocando su pelo agobiada.

Mi mirada se clava en Eva que ha bajado la vista al suelo pero parece notarme ya que levanta lo suficiente la vista como para verme y poder negar con la cabeza ante la única propuesta que hay de acompañarla.

-Yo, la acompañaré si ella quiere- digo alzando la barbilla aún mirándola.

Eva levanta la cabeza para mirar a todos y afirma sonriente ante la propuesta dando por zanjado el tema pasando al siguiente y quizás algo más importante para todos con respeto a nuestro amigo ya que se trata de las consecuencias que ha provocado el desalojo y soltar a los sublevados.

-Tened mucho cuidado y sobre todo no levantéis sospechas cuando salgáis de normal junto a vuestras familias, por vuestro bien y el suyo- nos aconseja Maialen.

-Yo quiero decir una última cosa-dice Bruno.

-Adelante, si- le da paso Maialen.

-El próximo ataque por su parte nos va a pillar desprevenidos probablemente así que me gustaría teneros más a menudo por aquí por lo que pueda pasar para salir cuanto antes y no tener que esperar a reunirnos. Si alguien lo necesitas sabéis que hay habitaciones y podéis quedaros en ella el tiempo que haga falta- Mira a Maialen confirmando que no tiene nada más que decir.

Los ojos del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora