23. La sala pequeña y el chico perdido

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En las profundidades habían conseguido hacer una enorme comunidad por lo poco que había visto, Maialen contaba con su pequeño despacho, tenían una sala para idear la ropa de cada uno y la cual yo ya me había puesto acto seguido de salir del pequeño cuarto de Maialen. Según Nía aunque no me conocía apenas odiaba verme con esa ropa uniforme del mismo color al resto de la población que indicaba sometimiento al rey y todo lo que él ordenará por eso antes de que alguien más me viese con ella me hizo ponerme los pantalones blancos que Eva me ajusto y el jersey que terminó para mí junto a un par de zapatos que aún no había probado pero al tacto parecían ágiles y así lo comprobé tras dar un par de pasos. Iba vestido como el Hugo de Otpor pero la ropa no me impedía tener que salir corriendo ante cualquier emergencia, eso me gustaba. También tenían la sala del botiquín que había oído hablar y dónde Ana estuvo esperando mientras yo distraía a los vigilantes. O la principal, esa que estaba desordenada con los asientos movidos por todos lados hasta que los ordené un poco, donde pueden tener reuniones de última hora o tomarse un té caliente en el mes de invierno que nos estaba cayendo encima. La última que recordaba era la de la práctica, donde me examinaron comprobando que se me daba bien ser ágil o algo parecido, al menos allí fue donde decidieron que debía unirme a esta resistencia de la que me quedan cosas por saber.

-Tu padre estaría muy orgulloso- dice Nía de pronto.

-¿Qué?- pregunto intento parecer distraído más que sorprendido.

-Tu padre, que estaría orgulloso si te viese por aquí y como has crecido de bien, solía hablar muy bien de tus habilidades.

-Ya si, ¿Tú sabes algo de él?- digo mientras freno para que no me vea el rostro.

-No, ojalá pero no me dicen nada, ten paciencia y ahora venga anda que esta es la puerta.

Se para enfrente mía a dos pasos y deja abrir a una puerta perfecta camuflada que parece reconocerla con facilidad, siempre tan silenciosas y rápidas que cuando entro ya se ha vuelto a cerrar tras mí sin dejar salida de esta nueva sala que desconozco. Distingo a Flavio nada más verle de espalda aunque con una ropa diferente a la que suele usar normalmente. Igual que yo y todos en este sitio le han hecho su ropa perfectamente diseñada con una sudadera negra donde se distingue media flor a bordar señalando el corazón como diana y unos vaqueros azules marinos que a diferencia de los míos son algo estrechos y le impedirían salir corriendo en caso de emergencia por lo que ya da a intuir que al igual que Ana, su puesto está bajo tierra y en ningún momento va a tener que verse cara a cara con los vigilantes. A su lado sentada encima de la mesa esta la chica rubia a la que hace poco tiempo el tándem que ambos formamos montando muebles le hicimos uno que a ella le sirvió para espiarnos, o espiarme porque Flavio no entraba en el plan de la organización hasta hace un par de horas cuando yo al desvelarle todo le introduje en él.

-Chicos aquí le tenéis- exclama Nía llamando la atención de ambos.

Samantha levanta la vista con un movimiento de pelo mientras que Flavio gira la cabeza para verme. Él también se sorprende al descubrir mi nueva ropa e incluso sonríe de lado aceptando con la cabeza a lo que parece ser un pensamiento propio o algo que está apunto de decir.

-Tienes razón, le queda bastante bien ese rollo- dice mientras frunzo el ceño.

-Eva lo sabía incluso de antes de que viniese aquí, y yo en cuanto lo vi sin que se lo pusiera también lo supe- le confirma la chica rubia- Ven Hugo anda no te quedes ahí que tenemos cosas que enseñarte.

Los miro a los dos alternativamente siendo consciente de que a cada sala que entro en este sitio siempre tengo la sensación de que me falta información que todos parecen conocer menos yo. Me acerco con firmeza y al igual que Samantha, me hago un pequeño sitio encima de la mesa para poder verle la cara de frente al que es mi mejor amigo que no me mira a mi, sino a la chica y lo que esta sostiene entre sus manos.

Los ojos del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora