32. Heridas internas

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Tras la última rama que noté caer sobre mi me alegré de haber sido lo suficientemente rápido como para llegar hasta Eva y ocultarla con mi cuerpo en el suelo para que así no se pudiese hacer daño con ninguna rama. Tuvieron que pasar unos minutos hasta que la volví a notar junto a mí, tenía su pecho cercano al mío y en su cara aún con los ojos cerrados noté de nuevo ese miedo que nunca la había visto. Nuestras respiraciones no tardaron en acompasarse convirtiéndose en una y hasta que no volví a notar la tranquilidad tanto en ella como en el entorno que nos rodeaba no me levanté haciendo a un lado todo lo que había caído sobre nosotros por la onda de la última bomba que se había juntado con las otras, igual que en el agua los aleteos de Eva se unían los unos en los otros para acabar muriendo frente a la orilla estas explosiones se unieron acabando adentrándose en el bosque desestabilizando la tranquilidad que siempre se podía apreciar. Al bosque solo había llegado el impulso de la explosión ya que las bombas se habían quedado fuera de él seguramente porque no esperaban que nosotros o una base como la de Otpor estuviera escondida dentro de él.

Quitándome de encima de Eva vi que Flavio y Samantha estaban en el suelo separados porque no habían sabido reaccionar. Flavio se levantaba con lentitud mientras se buscaba sus gafas por el suelo y las cuales probablemente ya tendría que dar por perdidas. La mano de Samantha se estiró en el suelo revolviendo las hojas caídas y dejando ver el objeto que Flavio buscaba con desesperación, adelantándose una vez más a los acontecimientos y encontrándolas casi de imprevisto.

-¿Estáis bien?- les pregunto mientras ayudo a Eva a levantarse del suelo.

Él afirma con su pulgar haciendo el mismo gesto que yo sacudiéndose el cuerpo de los restos que hayan podido quedar y molestan mientras que Samantha permanece en el suelo sentad apoyada con sus rodillas totalmente flexionadas de tal manera que apoya el resto del cuerpo en los talones. Flavio deja de sacudirse para acercarse a ella un poco más y asegurarse de que no la ha pasado nada.

-¿Samanthi? ¿Qué pasa?- dice poniéndose de cuclillas junto a ella.

Esta le mira asustada al verle tan cerca casi cayendo hacia un lado pero siendo frenada por Flavio ante tal patoso golpe que parecía querer darse por una falta de equilibrio en ella.

-Fla pero si ni te he oído- se esculpa.

-Te he preguntado que te pasa Samantha, precisamente ruido si he hecho- dice asustado acariciándola el hombro.

-¿Cómo?

-¿Samantha, que pasa? ¿No te encuentras bien o estás mareada?- vuelve a repetir.

El rostro de Samantha se contrae en un gesto extraño como si no entendiese que pasa, me mira a mí que también muestro preocupación por ella y después a Eva la cuál desde antes de caer las bombas ha desaparecido dejando aquí únicamente su cuerpo sin ser capaz de decir nada más allá de la última frase que me ha murmurado al oído al de cubrir su cuerpo, "son bombas, ha lanzado bombas". Yo también dirijo mi mirada a Eva al recordar su frase y veo como está ausente mirando hacia la ciudad que ahora mismo es destrucción por culpa de un ataque que no hemos podido frenar.

-Oh no, Samantha tu oreja- dice Flavio cambiando la mano del hombro a la oreja.

Cuando la toca empieza a bajarla poco a poco observando lo que está viendo y dejándonos verlo a todos, incluida la propia Samantha que abre la boca asustada ante el liquido rojo que lleva Flavio ente los dedos dejando que vuelva a salir más de donde se lo ha quitado. Aprieto la mano de Eva que en algún momento he debido coger y hago que se fije en lo mismo que estamos viendo el resto algo que consigue hacerla volver.

-Mierda, no- murmura junto a mí.

-¿Eva?- la pregunto mirándola de reojo y notando como aprieta mi mano.

Los ojos del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora