16. Otpor, resistencia

323 30 4
                                    

Otra sala, línea naranja rumbo a otro sitio distinto para ellos pero de idénticas características para mí, con su color verdoso en las paredes y esas puertas sigilosas que no te avisan de cuando entra la gente únicamente te puedes guiar por tus sentidos en este sitio y si eso te falla vas mal.

-Pasa y siéntate- dice la chica moviendo la mano delante de la puerta para que se abra.

La hago caso y paso a una sala algo mas pequeña que el resto donde he estado donde solo hay dos sillas a un lado de una mesa alargada y al otro lado una silla más acomodada que las otras dos. Me siento por instinto en el sitio donde hay dos y seguidamente Maialen pasa al otro lado donde ella se sienta y él, Bruno, se queda de pie junto a su silla mirándome ambos esperando quizás alguna reacción o pregunta que se suela hacer pero mi cabeza solo piensa en donde debe estar Eva y porqué forma parte de lo que sea esto, aunque también recaigo en las últimas palabras Ana hacia mí, lo de cuidarme y cuidar a mi familia no es algo que sonara del todo bien.

-Bueno, creo que estás un poco asustado quizás pero tranquilo Hugo esto no es nada malo y aquí no te puede pasar nada peligroso-dice ella.

-¿Y a mi familia?- Pregunto rápidamente.

-Tampoco- añade él.

-Vale, quiero que entiendas todo lo mejor que puedas y probablemente te cueste así que si te pierdes en alguna parte me lo dices y te lo vuelvo a repetir.

Afirmo con la cabeza y empiezo a mover la pierna nervioso por eso que no se, esa sensación de no saber que es mejor si saberlo todo o no saber nada.

-Estas en Otpor, somos un resistencia donde la mayoría como has podido comprobar somos jóvenes. Nos encargamos de ayudar como podemos a la Snaga o bueno, mejor dicho, gracias a nosotros la Snaga esta operativa y se está librando la guerra que acaba de empezar.

-¿Qué?- digo parando en seco el movimiento de mi pierna.

-Fuimos los que iniciamos las comunicaciones con el exterior y quien aliento a la gente a revolucionarse contra esta mierda. Estás intentando derribar el poder y la presión que ejercen desde arriba en nosotros con gestos como esa ropa ridícula que desde luego te vas a quitar en cuanto salgas de aquí.

Pienso en el primer encontronazo con varias personas aquí dándome cuenta de que ninguna de ellas llevaban la misma ropa sino estilos completamente diferentes, desde el de Eva con su ropa ancha y que tanto la caracteriza pasando por Ana con lo que parecía un camiseta negra a juego con unos pantalones blancos también anchos hasta Maialen con estampados en su ropa característicos y que por segundos la quitan esa seriedad que aparenta.

-Estamos intentando acabar con el poder, con la monarquía y todo lo que ello conlleva, que se acabe eso de ser los súbditos o que ciertos adinerados se puedan presentar en tu casa para reclamarte cosas que no puede alcanzar nunca y claro, como nunca llegas a eso pues te atacan a ti y toda tu familia.

-Mi padre está en la estúpida guerra esa por vuestra culpa, le han elegido y no sabremos si volverá.

-Lo hará, solo tienes que formar parte de nosotros porque tienes ese talento que Bru mencionaba, la agilidad perfecta para luchar y ahora más que nunca necesitamos más gente con la que contar.

-No voy a formar parte de esto. ¡No pienso ponerme cara a cara con mi padre a ver quién dispara antes!

-No lo tendrás que hacer- añade el chico- Tu padre sabe perfectamente donde debe meterse y quienes son sus aliados.

Maialen le mira boquiabierta como si acabara de decir algo prohibido o que ella no tenía pensado si quiera comunicarme. Niega con la cabeza en un intento de recrobar el sentido y se levanta enérgicamente impulsando a Bruno dos pasos hacia atrás casi chocando contra un mueble que seguramente recoja bastante información.

-Esta bien, no formes parte de esto tranquilo. Bruno llévatelo fuera y luego vienes de nuevo que tengo unas cosas que hablar contigo sobre ... lo de mañana.

Este afirma con la cabeza y se dirige hacia mí, me coge del brazo por la axila levantándome rápidamente y sacándome sin que me de tiempo a reaccionar de la habitación aquella. Pienso en sus palabras y le miro repetidamente intentando leer algo en su cara que no consigo ni aunque supiese leer el pensamiento.

-Serás ágil pero no tienes poderes y eso de leer el pensamiento creo que no sería lo tuyo si lo tuvieses- añade él ocultando una sonrisilla.

-Mi padre, ¿está bien?

Frena en seco y mira hacia atrás comprobando que ni la chica ha salido de allí ni nadie está cerca para poder oírle.

-Si, Hugo únete a esta mierda porque al menos harás algo, fuera no vas a conseguir nada joder- e habla como si me conociese- Bueno si, matarte te vas a matar fuera y aquí tienes a alguien que te cubre las espalda, me tienes a mi.

La puerta por donde hemos salido se abre de nuevo dando paso a Maialen que parece habernos oído cuchillear y con un rostro inquisitivo se cruza de brazos en el pasillo esperando a que alguno de los dos digamos que es lo que está pasando.

-Acaba de decir que si quiere formar parte- lanza él.

Yo le miro con sorpresa y Maialen vuelve a negar con la cabeza acercándose hasta nosotros. Extiende su mano hacia mí y se la estrello sin ser consciente de nada. Me acabo de unir a Otpor, una pequeña resistencia de jóvenes que está intentando acabar con el poder en el país, con la monarquía y todos sus abusos no consentidos que la gente como mi familia y la de alguno más de aquí ha tenido que sufrir.

-Ahora si, bienvenido Hugo- dice ella de nuevo.

Afirmo con la cabeza mientras Bruno me golpe la espalda sonriendo por lo que acaba de conseguir sin mi permiso aunque probablemente yo también antes de que me sacaran de este antro hubiese terminado aceptando. Solo me ha faltado que me leyénse la letra pequeña de todo lo que conlleva estar aquí, pero el primer cambio, el de ropa, me gusta así que por eso no habrá problema de momento.

-Bru, llévatelo a que se cambie, busca a Ju o Sam y que encuentren algo que pueda ser de su estilo- le ordena ella.

Él afirma con la cabeza y mientras tomamos caminos diferentes, ella va hacia el lado contrario del pasillo y nosotros seguimos en la dirección que habíamos tomado antes de parar afirmar mi participación en esta pequeña secta extraña. La diferencia a hace unos minutos es que no me agarra, andamos como compañeros, él marca camino sin sujetarme con miedo a que me pueda fugar. He pasado demasiado rápido de ser un posible peligro prófugo a uno más del grupo que sigue otra de esas líneas interminables del suelo. La negra para ser exactos.


____________________________________

Hoy quería dar las gracias por todo el apoyo en este mes. Ya hace un mes que publiqué el primer capítulo y como ha ido creciendo la novela/fanfic y con ella los personajes y lectores es increíble. Mil gracias siempre, una y otra vez por leer hasta aquí y seguir esperando al capítulo de cada día 💥💜🤘🏼

Los ojos del océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora