RIVERDALE.
Sweet Pea y Jug se quejan y mi corazón se tranquiliza al ver a Fangs bien. Corro lo más que puedo entre la gente y me arrodillo mirándolos a los tres. Los ayudo a sentarse, abrazo a Jughead y me aseguro de que Fangs no tenga ni un rasguño, beso su frente y escucho a Sweet Pea quejarse,
-Tu hermano me ha caído en el hombro.-se queja el moreno.
-No creo que mueras, Sweet Pea.-digo y los 4 nos ponemos de pie. Camino abrazada a Fangs quien aún parece estar en shock y luego de revisar que nadie nos mira, nos vamos caminando a los remolques para que Fangs pueda sentirse mejor pero después de un rato solo decide salir e irse al bosque.
La puerta suena unas horas más tarde y luego de arreglarme el pijama, abro con una cara bastante molesta esperando ver a Fangs y regañarle por dejarme sola. En su lugar está Sweet Pea con Toni, Betty y Jughead quienes sostienen una pizza.
-Sabemos que Fangs no está, ¿Quieres?-dice Sweet Pea.
Me hago a un lado y les dejo pasar, cierro la puerta y suspiro, no es solo porque Betty Cooper está en mi casa, sino porque Sweet Pea también está en la casa y su mirada me analiza cada 5 segundos. No me cae mal la niñita rubia es solo que... Bueno, no nos llevábamos bien al inicio.
-¿Alguna me acompaña por unos frescos?-digo tomando la chaqueta y las llaves.
-Yo.-dice Betty.-Si no te molesta, claro.
-No, solo camina.-digo saliendo y luego ella sigue detrás de mí.-¿Era necesario que vinieran acá? Iría a Pop's.
-Sweet Pea nos dijo que tú comida favorita era la pizza, así que compramos unas cajas y vinimos a tu trailer.-dice Betty.-Le importas mucho, Rossy.
-¿Él?-digo entrando a la pequeña tienda y buscando los congeladores con refrescos.
-Sí, mira, Rossy... No somos muy amigas, pero sé que Sweet Pea está enamorado de ti perdidamente.-dice y yo trato de no revolotear de felicidad.-Jughead y yo no empezamos fácil, pero miranos ahora. Intenta hablar con Sweet Pea.
Asiento y la abrazo, siempre soñé con una hermana y sus consejos son los mejores y en éstas semanas he intentado llevarme mejor con ella. Luego de comprar dichos refrescos y volver al trailer, comimos entre risas e historias y como era de esperarse se fueron dejando todo el desorden. Toni se fue primero, luego Jughead y Betty y solo quedamos Sweet Pea y yo.
-Iré a tirar las cajas.-dice y sale. Sabiendo que durará un poco tomo su chaqueta de serpiente y me la pongo. Una cosa de niña, si me preguntan, pero en ese momento algo dentro de mi se movió. Su perfume me inundó las fosas nasales, y el calor de su chaqueta comparado con que casi era un vestido para mí me hizo sentir diferente.
-Te queda genial.-escucho a Fangs.-¿Ya están saliendo?
-¿Qué? No Fangs, solo me la estaba probando.-respondo tranquila.
-Mentir siempre te salió genial.-dice Fangs y entra al cuarto del tráiler rápidamente, me río pero esa sonrisa se esfuma cuando lo veo volver a salir con un pequeño bolso en su espalda.-Pasaré la noche lejos, Ross.
-Lo noté.-digo cruzandome de brazos.-¿Que esperás que diga? Te vas todos los días no pasas noches aquí.
-No me siento con ganas de estar aquí, Rossalynd.-dice Fangs y yo asiento ocultando las lágrimas.-Desde que papá se fue todo ésto es una farsa, no podemos seguir viviendo aquí, fingiendo estar bien.
-Fangs, vete.-le pido. Él sigue hablando.-¡Fangs, vete de aquí y regresa cuando no estés drogado!
Mi grito lo hace verme casi pálido del susto pero igual sale de aquí. Sweet Pea me mira en la puerta y sé que he empezado a llorar cuando él solo me abraza y una vez en su pecho me voy calmando poco a poco. Me sienta de nuevo en el sofá y yo me arrecuesto en su hombro.
-Nada de lo que dijo Fangs es real, Rossy.-me dice Sweet Pea.-Somos amigos desde siempre, él te ama y está luchando por hacerlos vivir bien. Casi muere hoy está frustrado por muchas cosas.
-Lo sé, pero esa mirada en su rostro... Tengo miedo de que me deje sola.-le digo.
-Fangs nunca te dejaría sola.-me acaricia la cabeza.-Y no estás sola, tienes a las serpientes, me tienes a mí.
-Gracias Sweet Pea.-digo sonriendo.
-Te queda genial la chaqueta, pero debes devolvermela.-dice sonriendo. Me río con él. Su mano me acaricia la mejilla y puedo sentir esas mariposas. Mi cabeza se inclina callendo suavemente en su mano, él sonríe.-Si quieres puedo quedarme.
-Sí, sería genial.-digo. mis manos están acariciando suavemente su pelo y mis ojos divagan en los suyos.-¿Podemos faltar mañana al colegio?
-No lo sé, ¿Que piensas hacer?-dice él, nunca había escuchado esa voz tan suave de parte de Sweet Pea.
-Por ahora, solo ésto.-digo y lo siguiente que pasa es que mis labios están sobre los suyos. Nos estamos besando. Cuando nos separamos Sweet Pea me mira y el brillo en sus ojos es una combinación entre amor y algo más. Me quita la chaqueta y una vez me tiene en sus brazos cargandome como una princesa, camina riéndose a la cama. Luego de unos segundos me tira en ella y se retira, cuando vuelve sé que ha apagado todo y ha cerrado la puerta.-¿Faltaremos o no?
-Claro que faltaremos.-dice volviendo a besarme. Y luego de una larga charla de besos, el pone una película en la pequeña tv que hay, es de comedia, la risa de Sweet Pea es lo más hermoso que he oído y unas horas después estamos totalmente dormidos.