HARRY POTTER
No suelo ser así, pero los gemelos Weasley tienen un no sé qué que me pone no sé cómo. Y lo peor es que son ambos chicos. Y ellos disfrutan totalmente el ponerme así. Tan tonta cuando están cerca de mí, tan indefensa... No hay vez en que Fred y George no se miren entre sí y corran a abrazarme o besarme las mejillas para ponerme nerviosa. Pero ¿Que puedo decir? El encanto Weasley es de familia, y las Granger estamos condenadas a enamorarnos de ellos.
Hermione está perdida en mirar a Ron en silencio mientras yo intento no desviarme de mi libro al oír a los gemelos.
-Cuidado Herms. Babeas.-bromeo y cambio de página.
-¡Ya basta Leo!-me dice riendo.-¿De vuelta con ese libro?
-Sabes que es mi favorito.-le digo.
-Oye Fred.-escuchuco a George, los miro de reojo.
-Dime George.-oh no, sé que van a decir.
-¿Alguna vez has querido ir a Francia?-pregunta George y reprimo una risa.
-¿Tu has querido ir a Francia, Leonora?-pregunta Fred.
-No Fred, prefiero Italia.-le digo "inocente" poniéndome de pie para irme. Comienzo a subir las escaleras de la madriguera, pero ambos gemelos me aprisionan contra la pared.
-¿Sigues pensando en Italia?-pregunta George.
-No, amo Francia, lo prometo.-digo, ambos ríen en mi cuello y me liberan lentamente. Pero no se alejan de mi.-No los dejaré entrar en mi habitación, no ésta noche.
-Vamos Leonora.-dice Fred con un puchero.
-¿Por favor?-pide George.
-No.-digo y comienzo a caminar a subir las gradas hacia mí habitación.
Pasan dos horas, no puedo dormir, ya llegó la mitad del libro, y puedo escuchar la Fred tirar una pelota una y otra vez contra la pared. ¿Cómo sé que es Fred? He estado más de dos noches en su habitación para saber que cuando están molestos George se acuesta boca abajo y Fred rebota esa pelota en la pared para no pensar en eso que lo molesta.
Me río, dejo el libro de lado y voy a dirigirme a la habitación junto a la mía. Doy tres toques sutiles en la puerta, George me abre, me mira y se hace a un lado. Paso y con un accio la bola termina en mis manos.
-La magia fuera de hogwarts...-dice George.
-Fue no verbal, puedo hacerlo.-digo tranquila.
Ambos gemelos vuelven a mirar el techo molestos conmigo. Obligó a Fred a hacerse hacia el fondo de la cama, me cuesta a su lado y unos segundos después George está a mi derecha. Ambos me abrazan con fuerza.
-No puedes hacernos ésto.-dice George.
-Sí puedo, no soy un juguete sexual George.-digo riendo.-Es su último año en Hogwarts, sé que están preocupados, pero no me iré a casa, seguiré viniendo aquí cuanto más sea posible.
-¿Y si Malfoy intenta algo contigo?-pregunta George.
-Nunca lo hará, soy una sangre sucia novia de los más hermosos gemelos del mundo mágico.-digo y los gemelos se relajan en mi pecho.
-Es familiar ésto de perder el linaje de sangre pura entre hermanos.-dice Fred.-Fleur con Billy, nosotros contigo, Ginny con Harry y Ron con Hermione.
-Ron ni siquiera está pendiente de Hermione.-digo.
-Creenos, lo está.-dice George.-Ustedes las Granger tienen algo tan.... Hermoso.
Me río, Fred se levanta y me besa, luego George también lo hace, y ambos empiezan a repartir besos por mi cuello, con algo de cordura me levanto, ambos me miran sin entender que me sucede. Camino a la puerta, pongo seguro y apago las luces.
-Molly nos ha mandado a dormir.-miento.
-Enciende la luz, Leo.-susurra George en mi oído derecho.
-Sabes que te gusta que te veamos.-susurra Fred en mi oído izquierdo y los dos comienzan a dejarme besos y lengüetasos sensuales por cada lado.-Vamos, sé que lo vas a disfrutar mucho.
-¿Leo, estás aquí?-pregunta Hermione.
Cierro mis ojos, agradeciéndole a mi hermana que esté aquí, pero cuando quiero hablar las manos de Fred están en mi pechos y una de las manos de George me calla la boca.
-No Herms, no está disponible ahora.-miente George.-Se durmió con Fred.
-Ah, está bien.-dice ella, inocente.
La mañana llega, y con ella yo abro mis ojos, saliendo ya arreglada del cuarto de los gemelos. Hermione me espera en mi habitación con una sonrisa.
-¿Pasaron bien anoche?-pregunta ella.
-¿Qué?-digo asustada.
-George dijo que verían unas pelis y luego de eso fui a buscarte y estabas dormida con Fred, ¿Disfrutaron las pelis?-dice.
-Sí, estuvieron... Interesantes.-digo. Cuando ya nos bañamos, bajamos a desayunar y mientras estoy tomando jugo las imágenes de anoche no se van, pero sé evadirlas fácilmente.
-Buen día.-comentan ambos gemelos.-Buen día, Leo.
Por un segundo se me olvida como respirar y casi me ahogo con el fresco que estaba tomando. Ambos gemelos se ríen, pero se acercan a ver si estoy bien. Una vez concluido el desayuno, el trío de oro me lleva lejos de la madriguera, analizando mi rostro.
-¿Están saliendo?-pregunta Harry.
-¿Quienes?-digo confundida.
-Tu y los gemelos.-dice Hermione.
-¿Que? No, no, jamás.-digo rápidamente. Los tres me miran y yo entrecierro mis ojos.-Pues si estamos saliendo desde hace un año. Pero hey, no me culpen. ¿Los han visto? Son hermosos.
-Nosotros hemos visto suficiente, lo que nos tiene asustados es lo que oímos. ¿Estás bien, Leo?-dice Harry.-Porque ayer...
-¡Okay! Creo que nos salimos de contexto.-interrumpo a mi amigo.
-Lo siento, lo siento.-dice él.
-¿Porque nadie se fija en mi?-dice Ron y Hermione suspira. Yo miro hacia la madriguera, ambos gemelos nos miran a lo lejos.
-Porque tu amigo era una rata, Ron, una rata. Y luego resultó ser Peter Pettigrew.-digo.-Debo hablar con los gemelos.
-¿Sobre qué?-pregunta Her.
-Sobre la relación, no quiero ocultarla más.-digo sonriendo y comienzo a correr hacia los gemelos.
