THE UMBRELLA ACADEMY.
En la duodécima hora del primer día de octubre de 1989, 43 mujeres de todo el mundo dieron a luz. Lo raro de todo ésto es que ninguna de ellas había estado embarazada cuando comenzó el día.
Todos nos sabemos esa historia, Reginald Hargreeves adoptó 7 de éstos niños y los crío. Qué tonto es todo ésto, yo soy una de esos extraordinarios niños, solo que para ellos soy la secretaria de Reginald.
Cuando era pequeña y entré aquí, Pogo me pidió que no dijera nada y desde entonces así fue. Camino al lado de Pogo hacia la sala donde se encuentra Vanya. Con una mirada sutil me pide que hable con ella así que lo hago.
-Bienvenida, señorita Vanya.-digo y ella se gira.
-Pogo, Sara.-dice y camina a abrazarnos.
-Que gusto verte...-dice Pogo.-Ah sí, tu autobiografía.
-¿Sabes si... él la leyó?-pregunta.
-Mmm, bueno, no que yo sepa.-dice Pogo y ellos giran hacia la foto de cinco, que yace en la pared.
-¿Cuánto tiempo pasó desde que Cinco desapareció?-pregunta Número siete.
-16 años, 4 meses y 14 días.-respondo yo, sin ganas.-Tu padre insistió en que lleváramos la cuenta.
-¿Quieren saber algo ridículo?-dice-Yo dejaba las luces encendidas. Tenía miedo de que él volviera de noche con la casa a oscuras y no pudiera encontrarnos y volviera a irse. Y cada noche preparaba bocadillos y me aseguraba de que las luces estuvieran encendidas.
-Recuerdo bien tus bocadillos. Me tropecé con la mitad de tus sándwiches de mantequilla de maní con malvavisco.-dice Pogo.-Vanya tu padre siempre pensó que Número Cinco aún estaba allá afuera; no perdió la fe.
-No sirvió de nada.-dice sin más, y estoy de acuerdo con ella.
Abro mis ojos y todos me miran con algo de rareza. Me acomodo en la cama y puedo sentirme algo extraña. ¿Qué diantres me pasó?
-Te desmayarse hace no sé cuántas horas.-explica Luther.-Te encontré en el suelo de la habitación, y ya tenías ese aspecto.
-¿Qué aspecto?-pregunto y me sorprendo al escuchar mi voz más aguda.
Me levanto y camino hacia el espejo. ¿Qué demonios me pasó? Me miró por masomenos 3 minutos sin decir nada esperando que alguien me explique.
-¿Qué...?-digo-¿Qué demonios me pasó?
-Yo puedo explicar eso...-comenta Cinco en la puerta de la habitación.
-¿Cinco?-digo, volveré a desmayarme.
-Bien, verás... Es algo que te explicaré luego pero nuestras mentes están conectadas, vengo del futuro y creo que ambos aparentamos 12 años.
-Luther...-digo y de inmediato caigo en sus brazos.
-Vas a matarla con tanta información, genio.-dice Klaus.
-¿Que esperaban que le dijera?-dice Cinco acercándose a mí.-Traiganle algo para que se sienta mejor. ¡Vayan!
Y así, terminamos él y yo solos en mi habitación.
-Sé que te abrumaré con información, pero uniste nuestras mentes una vez que desaparecí y he pasado estos últimos años viendo y sintiendo todo lo que sientes por mí, no soy bueno con ésto lo debes de saber. Pero yo siento lo mismo.-dice sin más.
-Demasiadas palabras.-digo yo dando un beso en su mejilla.
-Siempre supe de tus poderes, número ocho.-me dice.
-Por favor, solo Sara.-digo riendo.-Nunca fui una Hargreeves.
-Lo serás cuando seamos mayores y evitemos el apocalipsis.-dice y yo lo miro sin entender.-Oh si, deberás tomar mucho café para esa parte de la historia.
Abrumada por todo me tiró en la cama de espaldas y rápidamente siento a Cinco acariciando mi mano.