RIVERDALE
No tengo idea de cómo describir ésta situación. ¿Una loca celosa me secuestro? ¿Secuestro por venganza amorosa? ¡Dios! Que malditos que son los del norte.
-Están locas.-suspiro acomodandome.-¿Era necesaria la peluca, Betty?
-Deberías callarte, Raquel.-dice Verónica.
-¿Acaso se están escuchando?-digo.-Me secuestraron, porque Betty estaba celosa de que estuviera cerca de Jughead.
-Ultimamente estabas tan cerca de los chicos que... Es obvio que te gusta Jughead.-dice Betty.
-V y B siempre juntas ¿no?-les pregunto. Verónica asiente.-¿Entonces que hacen Cheryl y Tony aquí?
-Dos del norte contra ti... No hubiesen podido.-dice Cheryl.
-¿Por qué estás tan cerca de Jughead?-dice Betty en modo casi de grito.
-Porque quiero, señorita Cooper.-digo acercando mi cara a ella.-Y aparentemente porque puedo.
Su mano pega en mi cara, la segunda cachetada de la noche. Oh sí, cuando la tenga en mis manos....
-No vas a acabar mi relación.-dice.
-No me gusta Jughead.-digo riéndome.-¿Nunca te habló de mi? Crecimos juntos, es mi hermano Elizabeth; y si quiero estar con él, lo estaré porque tú no vas a venir a acabar mi relación con él.
Y ahora, y por primer vez, una chica me golpea con su puño, y yo no puedo hacer nada. La sangre hierve por mis venas y yo intento moverme sin resultados. Pasó mi lengua por mi encía superior, y luego lamo mi labio sintiendo la sangre salir de mi labio.
La puerta se abre de golpe, por una patada que alguien, Sweet Pea. Jughead ni siquiera mira Betty, y se dedica a soltar los nudos que amarran mis manos. Me levanto, él me coloca suavemente la chaqueta en los hombros y me abraza. Suspira y camina en silencio hacia Betty.
-Jughead.-le llamo.-Perdoname, en serio.
-¿Por qué debería perdonarte? Tu no has hecho nada.-dice, sonriendo.
-Pero lo haré.-digo caminando hasta Betty y con el puño bien firme lo estampó en su cara. Lo que corre por mi cuerpo es puro placer.-Nunca más me pongas un solo dedo encima Betty Cooper.
-Perra.-dice y Jughead toca su cara con preocupación.
-No sabes con quién te metes.-le digo, devuelvo la chaqueta a Jughead y Sweet Pea camina detrás de mí, salimos. Y él se gira a verme.
-Toma.-dice dándome su chaqueta.-Raquel, iremos a casa, nos daremos un baño y por favor, no estes molesta conmigo.
-No estoy molesta Sweet Pea.-tomo la chaqueta.-Quiero ir a casa.
-Vamos.-dice subiéndose en la motocicleta, luego, salimos de aquí a su casa.
Cuando llegamos Sweet Pea no dura más de tres minutos en estamparme en la pared, besarme con fuerza y sostenerme en el aire.
-SP.-susurro.-Sweet Pea...
-¿Mjhm?-dice besando mi cuello.
-No más, no más.-digo separandolo de mí un poco.-No puedo ser tu juguete sexual cada que estás frustrado.
-Eso solo pasó una vez, Raquel.-dice llendo hacia atrás, tomando asiento en su sofá.-Ésto que hago, lo hago porque quiero.
-¿Qué?-me río.
-Lo hago porque me gusta, y me gustas.-dice acariciando mis manos.-No puedo solamente... Dejarte de lado.
-Sweet Pea...-intento hablar pero Jughead molesto entra en casa y me levanta bruscamente de las piernas de Sweet Pea.
-¿Por qué le dijiste a Betty?-me dice.
-Nos fui yo, fue Tony.-le digo levantando mis manos.-No vuelvas a hacerlo, jamás.
-¡¿Tenías que decirle la verdad?!-grita.-Betty no debía saber sobre eso... Dios Raquel, ¿Decirle a mi novia sobre el asesinato de tu hermano?
-Tu novia secuestro a la mía, Jones.-dice Sweet Pea y saca la navaja.-Le pegó, y la llamó muchas cosas. Créeme, Jones, si tu novia se mete con mi novia siendo tu mejor amiga... No tendré problema en meterme contigo.
Jughead me mira y sale enojado, Sweet Pea me abraza.
-Tu hermano lo merecía.-susurra y levanta mi cabeza.-Y ahora estás aquí conmigo, nada ni nadie va a hacerte daño.
-¿Desde cuándo soy tu novia?-me río.
-Desde ya.-dice y me besa.
-Bien, acepto.-sonrío, lo beso de vuelta y pasamos nuestra primera noche como novios.