MARVEL.
Rocket me acaricia la cabeza con sus pequeñas manos, y yo evito sollozar. Él sabe mejor que nadie cuánto me ha dolido la roptura con Bucky.
-Creo que necesitas desahogarte.-dice él.
-Sí, pequeña, creo que eso es lo mejor.-dice Steve.-Puedes decirnos lo que sientes...
-De echo...-digo mirando al techo.-Tengo algo que decirle a Bucky.
Puedo sentir todas las miradas en mí, incluso la de él.
-Solo habla.-pide totalmente serio.
-Bien,-digo tomando aire.-Odio la manera en que me hablas, la manera en que te cortas el pelo... Odio como manejas mi caro y como te quedas mirando.-Bucky suspira. Rocket sigue acariciando mi pelo para darme fortaleza. Me siento y miro directamente sus ojos.-Odio tus estúpidas botas de guerra, y como lees mi mente. Te odio tanto que me enferma e incluso hasta me hace reír. Odio...-mi voz se corta, Rocket toma mi mano. Es mi mejor amigo.-Odio como siempre tienes razón, odio cuando mientes, odio cuando me haces reír... Y odio más cuando me haces llorar.
Mi voz se quiebra y Peter entra en la habitación, mirándome en silencio. Me pongo de pie para dejar de llorar pero es imposible.
-Odio cuando no estás cerca, y el hecho de que no me llames.-a éste punto mi cara estaba empapada de mis lágrimas.-Pero lo que más odio es que no te odio, ni cerca, ni un poco. Nada en absoluto.
Las lágrimas siguen saliendo y él ni siquiera me mira. Maldito imbécil. El silencio es penetrante y Peper parece querer abrazarme, estoy bien maldita sea, solo necesito que James me mire y me diga que no me necesita en su vida, necesito que me diga que puedo irme para siempre y él no volverá después... Necesito que le ponga final a todo ésto.
-Layla...-dice Steve.
-Tu no tienes que decirme nada.-digo con la voz cortada. Me acerco a Bucky, tomo su cara en mis manos y entonces veo que él también llora. Vamos James, dime qué me necesitas.-James...
-No te necesito, Layla.-dice crudo.-Terminamos hace medio mes, no te necesito.
Se levanta y me da la espalda. Dejándome en el suelo y de rodillas. Yo sigo en shock por su rudeza. Peter me toma de los brazos y me toma de la cintura para que camine con él.
-Cuids tus manos Parker.-susurra Bucky mirando a Peter. Él me suelta y camina hasta Bucky, que coraje.
-Mira, puedo ser un niño, puedo no ser tan fuerte como tú o como alguien en esta sala, pero tú no estás en posición de decirme que tengo o no tengo que hacer con ella ¿Si?-dice furioso y se ríe sarcásticamente.-Le rompiste el corazón y la perdiste. Déjala irse a sufrir a algún lugar donde no estés para que así pueda superarte.
Bucky lo toma del cuello de su camisa y Peter se safa sin problema alguno. Yo no digo o hago nada. Estoy en otro espació.
-Sí se trata de Layla mataría a cualquiera por ella.-dice.-Haznos un favor y déjala ser feliz, maldito imbécil.
Frustrado y con las mejillas rojas Peter nos lleva a mi casa, dónde mi padre no tarda en saber las cosas y durante lo que yo conozco como tres meses no me dejan salir. Hasta que finalmente, mi padre entra con el desayuno y como de costumbre una flor amarilla que Peter me deja con una nota.
-¿Cómo estás hoy?-dice él.
-Estoy bien papá.-digo tomando la nota.
-Le gustas mucho.-me dice.-Es un buen tipo.
-Puede que a mí me guste un poco.-me río.-Pero, creo que a nadie le gustaría ser el novio de Layla Strange.
-¿Sería un mal suegro?
-Eres el hechicero supremo papá, todos te temen.-digo.-Hasta el reflejo en el espejo.
-Los Vengadores te necesitan pequeña Strange.-dice seriamente.
-¿A mí?-digo.
-Eres libre de decidir si quieres ir o no, pero Tony me pidió que te dijera...-dice.
-Ire, papá, no puedo seguir escondiendome.-digo.
-Termina el desayuno.-dice y se va.
Después de desayunar y salir de casa, me dirijo a la torre de los vengadores dónde al menos yo, me siento extraña. Rocket es el primero en recibirme y está muy emocionado. Todos me abrazan, hasta que llega Peter, quien me toma en sus brazos y me gira con él en el aire. Alguien tose detrás de nosotros, Bucky. No dudo en mirarlo de mala manera.
-Hola Layla.-dice frío.
-Hola Bucky.-digo riendo.-Seamos breves y rápidos. ¿Para que me necesitas, Stark?
-Para nada en realidad.-dice él como si nada.
-Veras, Lay, estabas demasiado lejos y queríamos tenerte serca. Perdón por engañarte.-dice Peter.-Hay alguien arriba que quiere verte.
-¿Quién?-digo.
-Un par de gemelos...-dice Nat. Mi sonrisa no se puede ocultar, y subo corriendo dónde me encuentro con Wanda y Pietro. Quienes me abrazan y luego de unas horas, estamos todos al tanto.
-Hey, Layla, ¿Tienes un minuto?-dice Peter.
-Sí claro.-digo caminando hasta él. El saca una caja roja y la abre, hay un dije en él.
-Creí que sería lindo recordarte que te quiero demasiado.-dice.-Somos tu, yo y Rocket...
-¡Gracias Peter!-digo abrazándolo y él se separa lentamente de mi mirándome a los ojos.-Las últimas semanas no has ido a verme solo dejabas la flor.
-Estaba algo nervioso.-dice sonriendo.
-¿Por?-digo. Peter me besa y por primera vez en tres meses, eso se siente extremadamente bien. Me siento feliz.
-Por eso.-nuestras frentes están unidas y sus mejillas muy rojas.-Me gustas, Layla.
-Acepto...-digo sin más.-No me pregunte... solo, acepto.
-Vaya, eres demasiado rápida.-dice riendo.-¿Puedo?
-Sí.-digo, él toma el dije y me lo coloca. Yo me giro riendo. Abajo, miro de reojo como Bucky nos mira. Alza su vaso y dice de una forma cruda.
-¡Que vivan los novios!-y luego bebé de su vaso para tirarlo al suelo e irse.
-James.-le llama Wanda. Él se gira molesto.-Perdiste tu oportunidad.