A TRAVÉS DE MI VENTANA.
Ares, Raquel, Artemis, Claudia y yo estamos en la sala de los Hidalgo. Nadie dice nada. Apolo lleva semanas si no es que meses desaparecido y es todo por mi culpa. No sé que le han hecho ni si está vivo. Solo sé que me preocupa lo que puede estar viviendo justo ahora.-¿No saben nada aún?-pregunta Raquel.
-No.-Artemis no levanta su mirada cuando responde. Está por quebrarse.
Me abrazo a mi misma. Los vagos recuerdos de ese día llegan a mí.
Estoy de rodillas frente a ese hombre. La sonrisa en ese hombre es terrorífica y me pone nerviosa. ¿Por qué llegué hasta aquí? Apolo tenía razón. Las pesadas lágrimas que caen por mi cara, me pesan mucho porque se que ahorita Raquel y mi madre están bastante preocupadas.
Apolo aparece, sostiene una arma de fuego en sus manos y amenaza con asesinar al hombre frente a mí. Se acerca y me desata ayudándome a ponerme de pie. Se quita la camisa, me la pone encima y besa mi frente. Me da el arma de fuego y levanta sus manos, siendo atacado por hombres millones de veces más fuertes y grandes que él.
-¡Apolo!-grito preocupada.
-Vete, corre muy lejos.-pide en un grito y lo vuelven a golpear.
Mi instinto me lleva lejos de ese lugar, mientras mi cabeza sigue pidiéndome que regrese y salve a Lolo. Tiró el arma en el suelo y un carro se atraviesa en mi camino. Cuando pienso que todo se ha acabado, puedo ver quién es. Es Ares, ¡Dios mío!
-Dios, Ailara, ¿Esa camisa es de Apolo? ¿Dónde está él?-dice preocupado. Una segunda persona sale del vehículo. Raquel. Ella me abraza y llora conmigo. Ella de felicidad, yo lloro por Lolo.
-Apolo se sacrificó por mi, Ares.-digo.-Y yo no pude hacer más que huir.
Ares parece entenderme y me abraza. Esa noche volvimos a casa, diciéndole a los Hidalgo sobre Apolo. Ellos recibiendome en su casa mientras me acoplo a la vida real de nuevo.
-Debí ser yo, maldición.-digo pasándome las manos por la cara.-Por mi culpa él está ahí.
-Apolo se sacrificó por ti.-dice Artemis.-Cualquiera lo haría por la chica que ama locamente.
-No es justo Artemis.-digo mirándolo.-Él me ama, y yo tarde mucho en entender eso. Ni siquiera lo tengo aquí para decirle que lo amo.
-¿A quien amas?-dice Yoshi entrando en la sala, oh sí, Yoshi.
-Yoshi hola.-dice Raquel.
-No, respóndeme Ailara, ¿A quien amas?-pregunta Yoshi de manera sería.
-Joshua, ella no se siente bien.-habla Ares.-Deberías darle espacio y apoyo.
-La he estado apoyando desde que apareció, Ares, es mi novia. Pero ama a alguien más, ¿o entendí mal?-dice furioso.
-Amo a Apolo.-digo de golpe, y me pongo de pie.-No puedo seguir contigo y he intentando decírtelo pero nunca me dejas.
-¿Lo amas porque se fue?-dice molesto.-¿O lo amas porque te salvó antes que yo?
-¡No Joshua!-grito.-Lo amo porque me di cuenta de eso. Y sí, Apolo me salvó esa noche, y me culpo todos los días por su desaparición, pero si Lolo no hubiese estado ahí, yo estaría muerta.
-¿De qué hablas?-pregunta Yoshi.
-Basta Yoshi.-pide Raquel.
-Hablo de que abusaron de mi, Joshua, tipos que yo ni siquiera sabía quiénes eran, y estaban a punto de matarme ese día cuando Lolo apareció.-digo al borde de lágrimas.-Mierda, deberías irte de aquí, ya estamos sufriendo bastante.
-Lo siento, Ailara.-dice llendose.-¡Ares! ¡Ares! ¡Artemis! ¡Vengan!
Corremos a ver porque grita y cuando estamos en la puerta yo salgo corriendo. Lolo está en la acera, desmayado. Lo levanto con dificultad y Ares me ayuda a llevarlo a su habitación. Todos estamos con él, hasta que despierta. Y nos mira sonriendo. El pequeño Apolo tiene algo de barba y el pelo más largo de lo natural.
-Lo logré.-sonríe.
-Dios, Apolo mírate.-dice Ares y los tres hermanos se unen en un dulce abrazo. Luego Claudia y Raquel lo abrazan.
-Vamos a bañarte, Lolo.-digo, sonriendo. Él se levanta y con mi ayuda camina lentamente al baño. Lo dejo sosteniéndose del lavabo.-Iré por ropa limpia, báñate a gusto.
-Ailara.-dice tomando mi mano.-¿Estás bien?
-Mejor ahora que te veo.-digo acariciando su mano. Una lágrima se escapa.-Espera un poco antes de bañarte, te cortaré el pelo y la barba.
-Vale.-dice.
Luego de que hice eso, él se metió a bañar. Lo estoy esperando en su cama, con la ropa lista y una linda sonrisa. Él sale y lo ayudo a caminar hasta la cama. Luego de eso, lo dejo cambiándose. Bajo a la sala y Raquel me recibe con un gran abrazo. Artemis se ve más vivo y Ares abunda felicidad. El papá Hidalgo llega de su salida y sostiene en su mano a Hera, la hija de Artemis. Sonríe, sabiendo que Apolo está vivo y está justo en su habitación. Lo escuchamos bajar las escaleras y corre a abrazar a su padre. Hera se emociona al verlo y él la carga. La familia está completa de nuevo.
Apolo se acerca con Hera a mi y la pequeña se ríe abrazándome.
-¡Tía!-dice apenas entendible.
-¡Hera!-dice Claudia.-Aun no es tu tía.
-Tío.-se ríe Hera acariciando las mejillas de Apolo. Luego besa mis mejillas y se va con Claudia. Apolo me abraza con fuerza, casi queriendo asfixiarme. Yo no me quejo, lo extrañe igual.
Cuando se separa de mí, besa la punta de mi nariz y nos lleva al patio. Suspiro, recordando cuántas veces vine aquí a llorar. Demasiadas.
-Estaban pensando en sacarme del país.-dice Lolo.-Luego, me miró a los ojos y me dijo que la felicidad de su hija era más importante.
-Es hombres no tiene hija.-digo.-Mi propio padre dejó que me abusaran. Hasta me dan ganas de vomitar al llamarlo padre.
-Yo te protegeré.-dice Lolo.-Eres mi hermosa chica, es mi deber protegerte.
-No más sacrificios por mi Apolo, no puedo vivir sin ti.-me quejo. Me abrazo a él, recostando mi cabeza en su pecho. Apolo besa mi cabeza y se ríe suavemente.
-No tienes una idea de cómo te amo, Ailara.-dice él entrelazando nuestros dedos.
-Estoy segura de que no es más de lo que yo te amo a ti.-me río. Él levanta mi cabeza lentamente y me besa.
-¡Apolo gracias a dios estás vivo!-grita la cucaracha desde la puerta que da al patio. Corre hasta nosotros y me empuja lejos de Lolo. Sammy me abraza y se ríe. Marco igual y luego van con Apolo.
-Cucaracha.-le llamo.-Arruinaste mi momento con Apolo.
-¿Disculpa?-dice fingiendo estar molesto.-Él es mi chico, yo debo atenderlo primero.
Todos reímos y luego de eso Gregory corre a abrazarme. Yoshi entra, y me abraza fuertemente, dándome a entender que está de acuerdo con Apolo. Y luego se dirige a Apolo. Esa tarde pasamos en familia todos, cuidando a Apolo más de la cuenta.