Capítulo 21:
Besos prohibidos y un mejor amigo.Dafne.
Iba camino a uno de los laboratorios de la universidad muy de prisa. Había quedado con Yaviv a las dos de la tarde y ya eran las tres menos cuarto. Mi última clase se alargó debido a lo extenso que fue la prueba que teníamos por hacer, por suerte, contesté todas las preguntas sin problemas. Estaba muy satisfecha con mi trabajo.
Casi tropecé con un chico por lo apurada que estaba, también, aunque me costaba admitirlo, me encontraba muy nerviosa. La última vez que hablamos me dijo que le gustaba, eso fue el viernes, ya hoy era lunes y aunque faltó a nuestra clase juntos, me envió un mensaje de texto para vernos en uno de los laboratorios de la universidad, nuestro proyecto cada día tomaba más vida.
El pelirrojo era quien hacía todo el trabajo, así que no puedo evitar sentirme una inútil y para culminar mi lista de "eres una pésima compañera", cuando me avisaba para vernos, llegaba tarde.
Llego a la puerta del laboratorio y trato de arreglarme un poco el cabello. Siempre prestaba atención a lo que vestía, no me gustaba ir por la vida vestida de una manera fea o verme desarreglada, eso iba en contra de mi moral como futura doctora.
Estaba vestida con un pantalón negro y zapatillas a juego, una blusa blanca y mi cabello parcialmente liso. Estaba lista para entrar. Respiro hondo, tratando de controlar mis nervios, abro la puerta y lo veo.
La imagen de un Yaviv con bata de laboratorio, guantes, pensativo y mordiendo su labio inferior debido a la concentración que ejercía por lo que estaba haciendo, fue lo primero que vi y quedé completamente hechizada. Se veía muy guapo cuando estaba en su faceta de hombre inteligente y estudioso.
Cuando se percata de mi presencia me sonríe con la boca cerrada y levanta una ceja.
¡Demonios! Se dio cuenta de que lo estaba observando de una manera muy peculiar y eso hace sonrojar mis mejillas.
—Me parece muy extraño que llegues tarde —murmura con sarcasmo.
—Idiota —susurro y termino de entrar.
La mesa del laboratorio, apesar de que estaba llena de materiales y líquidos extraños, se veía muy ordenada. Al parecer otra virtud de Yaviv es el orden.
—Por favor, Roma —dice con un tono de desaprobación—. Ya es hora de que te busques otro insulto.
—Imbécil.
—Uno mejor, yo sé que puedes —me presionó colocando ambas manos en sus costados.
Lo ignoro y al ver que no hay sillas y sólo dos mesas en el lugar lo miro confundida.
—¿Por qué no hay sillas... y pocas mesas?
—Este es un laboratorio abandonado. Tiene menos implementemos y hace años que no lo usan. Los otros están más actualizados, así que era más fácil utilizar este que uno en donde estén dictando una clase.
—Oh —es lo único que pronuncio mientra me subo a la mesa que está desocupada.
El ojiazul me sigue con la mirada y cuando ve que me siento, me pasa un libro.
—Aquí están todas las fórmulas y la carga molecular que tienen cada uno de los medicamentos.
—Perfecto —dije y me dispuse a leer mientras él hacía lo que fuera que estaba haciendo.
Así pasamos al rededor de unas horas. Yaviv intentado crear unas pastillas y yo tratando de aprender todo lo que hacía ya que era yo quien diría toda la parte teórica de su invento tan ingenioso.
ESTÁS LEYENDO
The family Delacroix ©
Mystery / ThrillerSus caminos estaban destinados a encontrarse. Eran enemigos, pero desde la primera mirada un fuego creció en ambos. El fuego de la destrucción. Dafne pertenece a una familia oscura y llena de secretos: la mafia enriquecida de sustancias tóxicas co...