The family Delacroix ©

Epílogo

Había pasado algún tiempo desde la boda de Darling, cuando la familia Delacroix se unió de nuevo.

Todos estaban impacientes por saber de qué se trataba.

De nuevo llegó ése mensaje: necesitamos reunirnos, es urgente.

En el lugar estaban todos, Dan no dejaba de mirar a Jonah y Jonah no dejaba de mirar a la ventana, Gen le enviaba mensajes de texto a Rich contándole cada detalle y él no paraba de reír en su pequeño habitación de rehabilitación, por las ocurrencias de la que ahora era su novia.

Omer, quien le depositaba pequeños besos en la frente a Darling, sonreía, como todos los días desde que se casó con el amor de su vida: "al fin podría ser feliz" pensó él, el día que se casaron.

Sofie estaba sentada en sofá con Dash, Kevin, Karla y Dasha. Dori sólo observaba la conversación en silencio, mientras agradecía a Dios por todo lo que había pasado en los últimos meses, ya que los mellizos se veían enérgicos, su hermano Dash estaba libre de todo lo que implicaba el lado oscuro y ahora estaba con una linda chica.

Las personas en la sala estaban nerviosas, no sabían qué podría decir Danett cuando llegara. Yaviv le tomaba la mano a Dafne, impaciente, mientras Dafne con su pulgar dando círculos en la de él, trataba de tranquilizarlo.

Al pasar los minutos, Yaviv se le acercó al oído a Dafne y le preguntó:

—¿Lo dirás hoy?

—Yaviv, ¿en serio estás pensando en eso? ¿En éste momento? —preguntó, quiso sonar molesta, pero se le escapó una pequeña sonrisa—. No sabremos qué dirá mi hermana hoy.... ¿y si algo malo salió?

—Roma —la llamó él tomándole el rostro con sus dos manos—. Nada malo va a pasarte, ni a ti ni a tu familia, nunca más. Además, ya es hora de que sepan que nos vamos a casar... de nuevo.

La seguridad en su voz, como siempre, tranquilizó a la chica que en algún momento había sido su enemiga, pero que ahora, por los giros tan extraños del destino, era la persona que más amaba.

Llegó la hora y por la puerta del despacho del tío Daniel, entró Danett, tan empoderada y segura como siempre, tan imponente y perspicaz, pero no venía sola, a su lado estaba Lucas y Eddie, quienes se habían convertido en grandes amigos... bueno, Lucas quizás un poco más que eso.

—Es bueno verlos —soltó Danett con voz entusiasta.

—Mujer —gritó Douglas Jr. intranquilo—.¡Dilo ya! ¡Nos vas a matar!

Danett rió por lo bajo y extendió su sonrisa para luego preguntar:

—¿Trajeron los micrófonos que les di aquella noche que libramos a Dafne?

Todos se miraron entre si y asintieron, mientras Danett pasaba por cada lugar, recogiéndolos en un hermoso cofre grande. Cada persona entregaba el símbolo de la unidad en su familia.

Esa noche, cuando libraron a Dafne de las garras de Yusuf Alabitt y todo lo que hicieron a lo largo del último año, demostró que los Delacroix eran una familia fuerte y muy difícil de romper.

Los Delacroix, como cualquier familia, no eran perfectos, los grandes pilares de la familia cometieron errores, al igual que sus hijos, pero aún así, no dejaban de ser especiales.

—A lo largo de mi vida —comenzó a hablar Danett cuando obtuvo todos los micrófonos—, he visto caer a criminales, malvados y miserables, he conocido a tantas familias, que he llegado a la conclusión de que no hay ninguna como la mía.

>>Nosotros somos fuertes, diferentes y capaces. Somos unidos y eso lo agradeceré por siempre. Somos un equipo dispuesto a dar el todo por el otro. Jamás olvidaré cuando Densert y Dember junto a sus hermanos ayudaron a Daf en la explosión de la bodega abandonada, cuando Dan ayudó a Dash en aquel bosque, cuando Douglas Jr y sus hermanos le dieron una mano a los mellizos, cuando Dafne salvo a Ella de ser abusada sexualmente.