Capítulo 14

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Capítulo 14:
Recuerdos dolorosos y un misterio revelado.

Daniela "Ella" Delacroix.

Nunca tuve privacidad, ser la más pequeña de las trillizas no eras fácil, nunca me tomaban en serio y siempre me decían qué era lo que tenía que hacer y cómo tenía que actuar. A pesar de eso lo tenía todo y un día me lo arrebataron.

Al nacer Dan y Gen nos abandonaron sentimentalmente, pero no fue hasta hace menos de un año que nos excluyeron del testamento y pasamos a recibir las sobras de nuestros padres. Ya no importabamos, porque los pequeños de la casa necesitaban el apoyo incondicional de papá y mamá, mientras nosotras como adultas podíamos valer por si solas.

Esa traición no la superaré jamás.

Luchar por todo lo que quiera era mi nueva meta. Sin importar nada yo seria exitosa, tendría todo el dinero del mundo y si para eso tenía que usar mi cuerpo como un método de trabajo, lo haría.

Jamás imaginé que un día Daniela -la trilliza mayor- llegaría con la grandiosa idea de crear un club y ser damas de compañía.

"No dejes que te follen, Ella. Follalos tú a ellos" fueron las palabras de aprendizaje que Dina -la segunda trilliza- me dijo cuando acepte ser parte del fabuloso club.

Alcohol, drogas y sexo abundaba. Llegamos a ser tan famosas en tan solo unos meses que hoy ya no somos más que las encargadas del lugar. No necesitamos hacer nada más que agendar citas y cobrar el dinero, siendo nosotras las chicas más costosas y más difíciles de obtener.

Mis ojos se nublaron debido a las lágrimas.

No debí aceptar.

Ahora estoy manoseada por un Alabitt y el simple echo de recordar sus manos en mi entrepierna me hacen querer matar a alguien.

—Oye, Ella. ¿Estás bien? —pregunta alguien a mis espaldas.

No volteo. Sigo mirando el amanecer mientras limpio mis lágrimas.

Estar en la terraza del hospital en cierto modo era tranquilizante. Mientras colocaba mis manos en el pequeño muro que evitaba caer al vacío.

—Sí. Estoy bien —miento y escucho como los pasos de Dafne se acercan y se coloca a mi lado izquierdo, imitando mi posición.

—Vaya, hace mucho que no estaba en este lugar —dice observando la ciudad—. Desde aquí hay una bonita vista.

—¿Sabes algo de Dash? —pregunto ignorado por completo su comentario.

Sus ojos se entristecen.

—Aún en cirugía —murmura por lo bajo.

—Al menos está vivo —dice Dan, acercándose a nosotros y colocándose a mi lado derecho, suspira y se aclara la garganta—. ¿Saben? Dash siempre fue una mierda y ¿qué pasa con las porquería como él? Que por más que intentes ayudarlos no sucede nada ya que estan tan hundidos que no sirve de nada la ayuda que le puedes brindar.

Mis cejas se alzaron ante esa terrible confesión. Jamás había escuchado hablar a Dan con tanto odio y me sorprendía que fuera hacia Dash. Ellos siempre eran tan unidos.

—Cállate, idiota —le responde Dafne alterada—. Ella fue quién lo beso.

—¿Pero qué les pas...

—Mejor ve a buscarle un manicomio a Gen. Porque mientras Dash queda como el malo aquí ella vive llamándolo, dile que lo deje en paz —me interrumpe Dafne y por un momento mi cerebro queda procesando la información.

The family Delacroix ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora