𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗗𝗜𝗘𝗖𝗜𝗡𝗨𝗘𝗩𝗘

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Pasando Por



El sol brillaba sobre los humanos de abajo, enviando ola tras ola de calor vertiginoso. La gente ahora entendió lo que realmente era el más valioso de todos: el agua. El océano azul se agitaba ante ellos, desesperadamente imbebible; esta terrible comprensión fue similar, o quizás más, a la de estar atrapado en un desierto. Afortunadamente, no había viento, de lo contrario la dirección de los botes salvavidas habría sido aún más difícil de controlar. Por otro lado, también fue bastante desafortunado ya que hizo que remar fuera una tarea mucho más laboriosa. No importa en qué dirección se volviera la gente, todo lo que podían ver era la extensión ilimitada de agua de mar.

Li Shao y An Li tenían algunos de los mejores físicos del grupo. Un Li, como modelo, debía mantener una dieta estricta y muchos ejercicios cardiovasculares. La vocación de Li Shao, en cambio, significaba que constantemente necesitaba estar en la punta de sus pies, corriendo por todos lados sin importar el clima. Xia Yi era un actor sin nombre, por lo que la compañía no tenía ninguna razón para proporcionarle un automóvil. Como su asistente, Li Shao se habría sentido inmensamente satisfecho si el departamento de asuntos financieros de la empresa no le hubiera dificultado la vida cada vez que solicitaba el reembolso de los billetes de avión y otros billetes de transporte.

Cuando abordó el crucero por primera vez, uno de sus arrepentimientos fue no haber traído suficiente dinero. Ahora, estaba agradecido por su falta de previsión

Podía informar la pérdida de una tarjeta de crédito, pero ¿qué podía hacer con el dinero físico?

Claramente, Li Shao no reflexionó sobre el valor del dinero en un apocalipsis.

"¡Nunca volveré a navegar en un barco!" Li Shao murmuró para sí mismo.

El primer oficial de la Diosa Thalassa era joven, bien formado y de mal genio. Frunció el ceño al escuchar las palabras de Li Shao, pero debido a su nerviosismo por las habilidades del grupo, no se atrevió a decir nada demasiado desagradable. En cambio, comentó con sarcasmo: “¿En serio? Bueno, los motores también están muertos ... ¡Quizás los barcos son la forma más segura de viajar y la gente solo moriría más rápido si estuviera en automóviles y aviones! "

Antes de que Li Shao tuviera la oportunidad de replicar, An Li sintió que un escalofrío recorría su espalda.

¿Cuántos vuelos hubo alrededor del mundo? ¿Cuántos de ellos estaban en el cielo en ese mismo momento? Sería un desastre incluso si un avión se estrellara contra la pista justo después del despegue, y mucho menos esos aviones de pasajeros Boeing que volaban a una altitud de decenas de miles de metros.

En los últimos días, este mismo océano ya había enterrado innumerables almas.

Sin embargo, pudo haber sido mejor hundirse en el mar. Si esos enormes aviones se estrellaran en ciudades bulliciosas ... Los camiones de bomberos habrían sido inútiles, todo el rescate sería imposible, y con la intensa radiación, había pocas posibilidades de que los incendios furiosos se extinguieran. Además de eso, casi todas las familias hoy en día utilizan gases líquidos o naturales. El queroseno 1 era incoloro y cumplía bien su función ... No se sabía cuántas personas morirían en las siguientes explosiones.

Quizás todavía había agua del grifo a la que se podía acceder a través de los grifos, pero no quedaba absolutamente nada de electricidad. Aquellos que eran lo suficientemente inteligentes encontrarían todos los contenedores que tenían y los llenarían con agua, ya que una vez que las tuberías se secaran, las empresas de servicios públicos no volverían a funcionar. La gente se vería obligada a pelear por agua embotellada y bebidas, o viajar a los lagos, estanques y ríos más cercanos.

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