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-Disculpen la intromisión-dijo una chica en la puerta del gimnasio atrayendo la atención del equipo de vóley.
-Oh, Suzuki-chan, ¿necesitabas algo? -pregunto el profesor Takeda acercándose a su estudiante.
-Sobre mi...falta. Mis padres no la pueden firmar, no están en casa.
-Entiendo, hablare con el director, procura no hacer nada que te perjudique ¿sí?
La chica asintió marchándose.
-¿Quién es esa chica?-pregunto Yachi aun mirando hacia la puerta, el aura de la desconocida parecía cautivar a las personas, porque ninguno había apartado su mirada del lugar donde anteriormente estaba parada.
-¿Suzuki-chan?-pregunto el profesor- Creo que está en la clase de Hinata y Kageyama, ¿verdad?
-Así es-dijo Kageyama, para sorpresa de todos Hinata no prestaba atención y parecía molesto-. Es muy problemática, nadie quiere hacer equipo con ella, es muy mandona.
-Mira quien habla-dijo Tsukishima burlón.
-Creo que su comportamiento proviene de la ausencia de sus padres, espero que me escuche o no podré ayudarla.
-¿Qué le pasa a Hinata?-murmuro Suga a sus compañeros de tercer año.
-Desde que Suzuki apareció se quedó así-razonó Daichi.
Suga sonrió.
-Creo que se enamoró.
-No lo creo, Suzuki parece la clase de chica difícil y con poca paciencia-dijo Asahi.
-Mientras no se desconcentre...-suspiro el capitán.
-¡No están mis zapatos!-grito Hinata revisando su bolso.
-L-Lo siento Hinata, creí haberlo vigilado bien-se disculpó Yamaguchi apenado-¿Y sí llamas a tu celular?
Aunque lo intentaron repetidas veces, el celular no era respondido por nadie, por lo que empezaban a dudar de sí alguien lo había tomado o había quedado abandonado en algún lugar. Finalmente, Shimizu se ofreció a regresar al gimnasio a revisar, no querían verse obligados a quitar a Hinata del partido por el par de zapatos, pero parecía no haber otra solución.
Con la esperanza de que Shimizu encontrará la dichosa bolsa mientras llevaba la equivocada con ella, Hinata entro a la cancha descalzo para ayudar con los balones, al mismo tiempo aprovechaba para buscar en las gradas, cosa que no pasó desapercibida para los de segundo año.
-Eh, Hinata, ¿buscas a alguien? -cuestiono Nishinoya interesado.
-Creo que no va a venir-admitió intentando no demostrar lo afectado que se sentía, era otra promesa rota, ¿acaso tenía que empezar a creer en los rumores? Tal vez enserio su mala reputación era por algo, y él la había idealizado-, pero está bien.
