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-¿Ves esto?-Suzuki pone el balón delante de su hermano mayor-Es un balón.
-Lo sé.
-Bien, entonces analiza si quieres que te lo meta por donde no te da el sol si vuelves a hacer esa estupidez.
Osamu suelta un bufido que en realidad es una risa contenida, no había nada como ver a la pequeña Miya Suzuki amenazar a Miya Atsumu, el chico que todos veían como inalcanzable e intimidante, y tal vez lo era, pero para su hermana menor no era más que la fotocopia de su otro hermano, la fotocopia malvada y mal teñida de la fotocopia hambrienta y con ese color de cabello que parecía que metió la cabeza en una fogata.
-Presten atención-pide el entrenador, Suzuki se apresura a entregarle su carpeta con los papeles necesarios para dar el anuncio, Suzuki no era la manager, no le interesaba en absoluto ocupar ese puesto, pero debido a que le daba miedo regresar a casa sola en las tardes, siempre se quedaba a ver a sus hermanos entrenar, a veces los ayudaba y otras los ignoraba mientras hacía su tarea. Todos parecían cómodos con su presencia, y aunque no fuera así, ella no se iría, que se vayan ellos, en cualquier caso-. Este año cambiaremos el campamento de entrenamiento-todos empezaron a quejarse, y por todos se reduce en los gemelos-. Ya, ya, en su lugar nos instalaremos una semana en Tokio y podrán entrenar con el equipo de Itachiyama, son los únicos disponibles para entrenar-aclaro antes de que esos dos volvieran a emitir sus quejas.
A Suzuki le emocionaba ir a Tokio, porque sí, iba a ir aun si debía fingir ser la manager, aunque desde el inicio aclaro que no se encargaría de problemas mayores que rellenar las botellas y anotar puntajes. Todos aceptaron, más porque nadie se atrevería a contradecir a su capitán que era demasiado amable como para negarse tras ver los ojos de la menor brillando de emoción, además ¿qué mal podía hacer?
Ella ninguno, pero sus hermanos eran tema aparte, estaban eufóricos y eso no era nada bueno estando en un autobús durante horas. Suzuki se ofreció a noquearlos, Suna acepto la propuesta, pero Kita se negó, frustrando los planes de ambos, así que Suzuki no tuvo opción.
-¿Ese equipo es fuerte?-pregunto al aire, e inmediatamente fue rodeada por sus hermanos.
-Sí, pero nosotros somos más fuertes-exclama Atsumu.
-¿No perdieron contra ellos?
-Eso fue un mal día, ¿acaso no tienes días malos, Suzuki?-cuestiona Osamu a la defensiva.
-Como nunca pierdo, no opino.
-Ah, eres tan narcisista-bufa Atsumu.
-¿Será de familia?-dice Aran sentado detrás de ellos.
-Volviendo al tema-lo ignora Osamu-, la estrella de su equipo, Sakusa, es realmente fuerte.
-Pero un poco idiota-se burla Atsumu-, tiene un gran problema con los gérmenes, no puedo creer que sea capaz de siquiera tocar el balón.
