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-¿Mhm? ¿Otra vez estas acosando a Daichi?
Suzuki volteo alterada hacia su amiga.
-¡N-No, claro que no!
-¿Por qué no le dices?
-Creo que a Yui le gusta...No puedo hacerle eso.
-¿Qué ha hecho ella para ganarse su corazón? No es ella la que lo espera luego de sus interminables entrenamientos para asegurarse de que no se sienta mal de regreso a casa, no es ella la que siempre lo ayuda a estudiar para que no se preocupe por sus calificaciones y se enfoque en sus entrenamientos.
-Son detalles, de amigos...
-No, Suzuki, tú has pasado los últimos años intentando que él vea tus sentimientos, Michimiya solo ha intentado acercarse a él a través del deporte, pero fuera de eso no ha hecho más.
-Es mi amiga, no voy a traicionar su confianza, ella fue sincera al decirme lo que sentía por Daichi, y yo...no le dije que yo también lo sentía. No sé si Daichi me corresponde, pero cualquiera sea su respuesta, perderé a Yui por un chico, no sé si estoy dispuesta a perderla por eso.
-¿Y sí ella se declara a Daichi incluso sabiendo lo que sientes? ¿Y él la acepta?
-Sí lo hace...no puedo culparlos, no puedo obligar a Daichi a elegirme y no puedo pedirle a Yui que haga lo que yo haría.
-Ah, eres tan difícil de entender Suzuki, pero creo que deberías hablar con Michimiya, si tardas mucho en decirle tus sentimientos, tal vez solo compliques las cosas.
-Mhm, no me gusta la idea, pero es lo correcto supongo.
Suzuki sentía sus manos temblar ligeramente, ¿desde cuándo le costaba tanto hablar con su mejor amiga? Tal vez era porque esta vez iba a confesarle que ambas estaban flechadas por el mismo chico, no sabía que esperar de Yui, pero tampoco quería hacerse ideas, fuera cual fuera la postura de su amiga la aceptaría, y lo mejor sería apartarse de Daichi. Estando en su último año, sus expectativas de iniciar una relación eran casi nulas.
Aunque todavía sentía una pequeña luz que se negaba a dar todo por finalizado.
-¿Qué estás diciendo?-cuestiono Yui mirándola.
Eran de la misma altura, pero Suzuki se sentía tan pequeña a su lado, que se alejó un paso.
-Ya me oíste. También me gusta Daichi, Yui, pero no voy a buscar nada con él si a ti te gusta tanto, prefiero perderlo a él que a ti.
-Te confíe mis sentimientos, ¿para qué? Claro que no vas a intervenir, Suzuki, yo lo merezco más que tú.
Suzuki no pudo evitar alzar sus cejas y ampliar sus ojos, pero ¿qué estaba pasando?
-Sí tú me confiaste tus sentimientos fue porque así lo quisiste, yo no estaba obligada a hacerlo, y si lo hice ahora era para aclarar la situación y que no hubiera mal entendidos luego. Pero no entiendo a qué viene decir que tú lo mereces más, creo que ninguna de nosotras es mala como para no merecerlo, e incluso si fuera así, es una persona que también comete errores, por el amor de dios, no es un ente supremo perfecto. Aunque yo me haga a un lado, nada asegura que su corazón lata por ti, Yui.
-¿Y por ti sí?
-Creo que me he preocupado más por él que tú, pero no voy a rebajarme a tu nivel, ya aclaré lo que quería, me voy.
Suzuki empezaba a dudar de si esa conversación había sido la correcta, pero ya no podía cambiar el pasado.
Con el paso de los días, no fue difícil que Daichi notará el distanciamiento de ambas chicas, pero ninguna iba a admitir que él había sido el detonante para esa guerra silenciosa. Suzuki no sabía sí Yui se sentía tan mal como ella con la situación actual, pero tras ver como esta le entregaba un amuleto de la suerte para su partido, entendió que su amistad no volvería a ser la misma mientras Yui la viera como un enemigo.
-Suzuki, ¿volvemos juntos?-le pregunto Daichi durante el receso.
Estaba por asentir cuando vio a Yui a lo lejos.
-Mejor otro día, tengo que ir a otro lugar-mintió sin percatarse del rostro de su amigo.
-Oh, salgamos otro día-sugirió, Suzuki asintió sin darle demasiadas vueltas.
Si tan solo entendiera lo que causaba en el capitán.
-¿Se va a declarar?-murmuro Suzuki ante lo dicho por su amiga.
-Eso escuche en el baño-asintió, y procedió a abrazarla cuando vio el rostro angustiado de la chica-, no quiere decir que la acepte.
-Seguro lo hará, es perfecta para él.
Aquel día Suzuki salió rápido de su clase, no quería conocer la respuesta de Daichi, porque, aunque antes creía más valiosa la amistad de Yui que su enamoramiento por su amigo, ahora que no tenía a la primera podía permitirse sufrir por lo segundo. Pero antes de salir de la escuela le impidieron el paso.
-Suzuki-dijo Daichi acercándose-, ¿sabías que Michimiya se declararía?
-Veo que te lo dijo-asintió y forzó una sonrisa-, seguro serán muy felices.
Daichi paso su mano por su rostro, frustrado.
-¿Por qué no la detuviste?
-¿P-Por qué haría eso? Espera, ¿no estas feliz?
-No-dijo obvio-, Michimiya no me gusta, no quería rechazar así sus sentimientos, pero no tuve opción.
-P-Pero ustedes, y el amuleto-balbuceo.
-¿Lo hizo con esas intenciones? Creí que era un simple detalle de amigos-explico confundido, definitivamente no entendía nada sobre sentimientos-. Da igual, creí que entendías mis sentimientos por ti.
-¿Que tengo que ver yo?
-Me gustas, creí que lo sabías...
-¡Claro que no!
-Oh.
-Sí, oh...
-Entonces...
-Entonces...
-¿Te gustó?
Suzuki sintió su rostro acalorada, pero asintió.
-Me gustas, pero no quiero salir contigo.
Daichi frunció el ceño confundido.
-Acabas de rechazar a Yui y yo...
-Entiendo, no hace falta que apresuremos nada, vamos a comer por ahí-le sonrió solo como él podía hacerlo, y le extendió la mano.
Suzuki la acepto felizmente mientras comenzaban a debatir sobre las indirectas que se habían enviado en ese tiempo, y que ninguno había captado.
Eran unos tontos, pero unos tontos enamorados.
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No me convenció mucho pero no podía dejar a Daichi fuera de esto.
