27. Tendō Satori

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Continuación OS 19

La bella y la Bestia.

Cuando una relación sale mal, lo mejor es rodearte de nuevas personas que vibren en diferente sintonía, o eso es lo que decía la revista virtual que leyó Suzuki, pero ¿cómo conocer nuevas personas cuando su mundo giraba en torno a Tobio? Tras su r...

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Cuando una relación sale mal, lo mejor es rodearte de nuevas personas que vibren en diferente sintonía, o eso es lo que decía la revista virtual que leyó Suzuki, pero ¿cómo conocer nuevas personas cuando su mundo giraba en torno a Tobio? Tras su rompimiento no se había atrevido volver a hablar con cualquier persona relacionada de alguna manera a Kageyama, y sus habilidades de sociabilización no daban para más.

Así acabo uniéndose a un club de pastelería, pero desde la primera semana noto que allí solo había personas mayores que le decían que sería una buena esposa.

¿Buena esposa? Que le den, aprendería a hacer pasteles gigantes para llenarse su barriga y llorar de lo tóxica que se sentía a la espera de que Kageyama se disculpara para perdonarlo.

Más que un club de pastelería necesito un psicólogo, pensó mientras revolvía con fuerza.

-¿Haces un pastel o quieres convertir ese contenedor en una plato volador?

Suzuki se dio cuenta de que la masa de su pastel estaba por toda la mesa, pero nadie lo había notado para su suerte. Volteo hacia la mesa de la izquierda encontrándose a un chico demasiado alto, incluso más que Tobio, cabello rojo y una mirada divertida.

-Me alegro que mi desastre te genere un buen día-soltó frustrada, tendría que empezar de cero.

-¿Mhm? Estas haciendo todo mal-se entromete.

-¿Y tú quién eres?

-Tendō Satori, no me conoces, pero te conozco.

-¿Enserio?-no podía ser posible que conociera a Tobio también.

-Ah no-niega-, creí que eras esa chica del programa de cocina que no pone manteca a los moldes, pero veo que eso sí sabes hacer.

-Maldito-susurra-, soy Nakamura Suzuki.

-¿Quién te pregunto? Dame eso-señala sus ingredientes-, el pobre huevo no merece tu ira. Ahora, Suzuki-chan, cuéntame tus penas.

-¿Tendré que pagarte por escucharme?

-¿No crees en mis buenas intenciones?

-Nadie es tan desinteresado.

-Tal vez solo quiero conversar con alguien que no me mira mal.

El corazón de Suzuki se ablando, ¿por qué era tan prejuiciosa?

-Además, no quiero que el sensei pierda tiempo contigo, ¿sabías que no tienes talento para la cocina? Deberían poner un cartel que diga "sí tu pastel sale de este color, mejor vete a comprar pasteles hechos".

-Oye, eres muy cruel, lamento no tener talento culinario.

-Dime que al menos tienes problemas interesantes, si no me iré a hablar con la anciana de allá.

One shots │ HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora