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Atsumu y Suzuki no eran pareja, pero al menos la pequeña chica esperaba ansiosamente comenzar una relación.
Desde que Suzuki fue a un partido del MSBY donde jugaba su hermano Sakusa Kiyoomi, conoció al extrovertido colocador del equipo y conectaron de inmediato, tanto que siguieron hablando a través de mensajes en ese tiempo, ya que Suzuki aún se encontraba en su último año de preparatoria.
Sus conversaciones no eran largas en el día, ya que por la mañana Suzuki estaba en clases y no siempre se arriesgaba a responder los mensajes de su reciente amigo, y por la tarde Atsumu tenía entrenamientos, pero ambos siempre tenían tiempo para el otro, para, aunque sea descubrir cómo iba el día o compartir alguna anécdota.
Las amigas de Suzuki aseguraban que Atsumu pronto se le declararía, las señales resultaban obvias según ellas, y sin pensarlo Suzuki les creyó, y se ilusiono, después de todo el hablar todos los días con el colocador y algunas de sus dulces palabras habían sido suficiente para enamorarla, y ella estaba feliz con eso.
-¿Con quién hablas?-pregunto su madre mientras servía la cena.
-Con un amigo-se limitó a decir, distraída en la anécdota que le contaba Atsumu.
-Con Atsumu-bufo su hermano mayor.
-¿Tu compañero?-cuestiono su madre.
-Sí.
-Un día tráiganlo a cenar, se ve que hace muy feliz a ambos, hay que agradecérselo.
-Buena idea, le podemos poner veneno a la comida-planteo Sakusa.
-¡Pero qué dices!-se alteró Suzuki.
Suzuki estaba junto a sus amigas, pero no las oía puesto que estaba hablando con Atsumu.
"Cuando nos veamos, te comprare tu dulce favorito".
-Waoooh, ¡está esperando verte, Suzuki-chan!-se emocionó su amiga-. Oi, que envidia.
-¿T-Tú crees?-dudo sonriente.
-Te lo aseguro, no me sorprendería que en cuanto te viera se te declarara-afirmo.
Suzuki sonrió ilusionada, realmente deseaba eso, Atsumu le transmitía seguridad y calidez, sentimientos que quería vivir cada día.
Sin embargo, los exámenes comenzaban en Itachiyama, y Suzuki quería mejorar su promedio para acceder a una beca en la universidad, si bien no sabía que estudiar, la beca le ampliaría sus opciones y sería más conveniente para su familia, por lo que aquel encuentro no se dio en ese tiempo.
-¡Suzuki, baja a comer!-grito Sakusa desde las escaleras.
-¡Voy!
-Deja de hablar con ese inepto-se quejó su hermano, sabiendo que Suzuki tardaría unos minutos más.
