Lejos.
Suzuki había logrado escapar de su novio gracias a la llegada de Ushijima, quien, aunque no lo dijera expresamente, se compadecía de su situación, pero eso no significaba que interviniera.
Para suerte de Suzuki, desde que entró a Shiratorizawa, la escuela de su hermanastro nunca se había enfrentado al equipo de sus amigos, lo cual no la ponía feliz ya que había visto a su hermano esforzarse hasta no poder más, pero no negaba que le aliviaba no tener que elegir entre ambos, o así se había sentido hasta ahora.
Karasuno había vencido a Oikawa, una sorpresa muy grande para todo el equipo y el público, y habían llegado hasta los favoritos a ganar, por lo que Suzuki no podía no felicitar y desearle suerte a Daichi, eso no solo enojaría a sus padres, sino que la haría sentir mal consigo misma porque, aunque no fueran hermanos de sangre, siempre habían estado juntos, y no dejaría que el pleito de la noche anterior arruinara ese día.
Pero, ¿cómo puede pretender saludar al enemigo siendo novia del bloqueador central?
Su relación con Tendō era más complicada de lo que todos veían a simple vista, pero Suzuki no tenía amigas, o amigos propios a quienes contarle sus penas, excepto a su hermanastro que se oponía a su relación, justificando que no era sano lo que sucedía allí.
Y Suzuki lo sabía, pero no podía dejarlo cuando lo amaba, y sabía que Tendō la amaba también.
Corrió por los pasillos hasta encontrarse con el equipo de los cuervos.
-Oh, una chica de Shiratorizawa-dijo una de las manager, a quien Suzuki reconoció como Yachi, ya que a Shimizu la conocía desde que se unió como manager.
-¿Dónde dejaste a tu novio?-dijo Daichi molesto, sorprendiendo a su equipo.
Claro, habían discutido la noche anterior cuando Suzuki llegó a su casa llorando tras la humillación que le hizo pasar Tendō, nada nuevo en realidad, pero las risas del equipo de su novio parecían no abandonarla.
-Daichi, por favor-suplico acercándose, lo tomo de las mejillas obligando a sus ojos encontrarse-, no es tan fácil...
-No, no lo es, pero tampoco es fácil verte llorando por él, y si debo dejarte de hablar para que lo entiendas...
-Daichi, basta. Vine a desearte suerte, no a seguir discutiendo, cuando ganes hoy hablaremos.
-¿Are? ¿Dijiste cuando el gane? Debo haberte oído mal.
Suzuki se alejó rápidamente de Daichi, y tan pronto como lo hizo, una gran mano se posó en su hombro.
-Sawamura.
-Tendō.
-Creo que es obvio que Suzuki-chan no tiene intenciones de seguir hablando contigo, ya que nunca ganaran.
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One shots │ Haikyuu
FanfictionNunca es mal momento para querer ser parte de un anime.