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Koganegawa se colocó a un lado de su vice capitán y observó en la misma dirección que el de cabello blanco.
-Senpai, ¿conoces a Nakamura?-pregunto curioso.
Negó con la cabeza.
-Ah ya veo, no habla con nadie, pero dicen que tiene un trastorno-divagó el rubio-, creo que era selectividad.
-¿Y eso que es?-pregunto Sakunami.
-Elige a las personas que le caen bien y solo le habla a ese círculo-dijo con sabiduría-, pero creo que nadie de aquí le cae bien porque nunca la he oído hablar.
-No estoy seguro que sea así-admitió con duda Sakunami, la palabra del rubio no siempre era de fiar, pero para Aone eso tenía sentido, ¿por qué él sería la excepción a la regla?
Por lo general no se fijaba en personas fuera del club de vóley, pues solo con esos chicos se sentía cómodo y no lo excluían por tener una apariencia intimidante, pero desde que los nuevos de primer año comenzaron a verse en los pasillos, sus ojos no se habían podido despegar de la pequeña chica que caminaba sola sin voltear a ver a nadie. Por un momento pensó que ella era igual a él, obligados a estar solos porque nadie quería acercarse y ellos no sabían cómo dar el primer paso sin espantar a los demás, pero gracias a la explicación del rubio entendió que ella no era así, ella decidía quien era digno de estar a su lado, y nadie parecía serlo.
De tanto mirarla la chica volteo hacia ellos.
-¡Buenos días, Nakamura!-saludo con efusividad del rubio, pero la chica solo movió levemente la mano con una pequeña sonrisa, luego volteo nuevamente a seguir con su almuerzo-Ah, al menos sonríe, supongo que no soy tan desagradable.
-O lo hace para que la dejes comer tranquila-comento Futakuchi.
-Oh senpai, ¿tú conoces a Nakamura, cierto?-dijo Sakunami, Aone miro interesado a su capitán.
-Tal vez, quien sabe, que les importa.
-Por algo te preguntamos, porque nos interesa-dijo obvio el rubio.
-Dije, que les importa, no molesten y no indaguen, son cosas privadas.
-¿Cómo la conociste?-pregunto Aone, los demás lo miraron sorprendidos como cada vez que se dignaba a hablar, pero Futakuchi lo miraba con malicia y satisfacción.
-¿Ah? ¿Tanto interés en Nakamura te han contagiado estos dos, Aone?
-Un poco.
-Mhm, no puedo decir mucho, no es mi problema, al fin y al cabo, pero si tanto te interesa, debes saber que elige muy cuidadosamente a quien le habla, ya sabes, aunque siendo tú...-Aone esperaba que le dijera que se rindiera, que nunca le hablaría a alguien así, pero Futakuchi no pensaba así- Tienes posibilidad, aprecia mucho el silencio y el respeto.
