Sé que me quieres.
¿Qué hace que los amigos inseparables, se separen? Para este grupo de amigos, hay tres respuestas posibles.
Si alguien le preguntará a Nakamura Suzuki, diría que el tiempo, la distancia y el olvido.
Si le preguntarán a Atsumu Miya, diría que la traición, el cambio y las mentiras.
Y si le preguntarán a Osamu Miya, diría que no sean bobos, lo superen y vayan a comer para aprovechar la oferta de que, si se terminan todo lo que les sirven, no pagan.
Ojalá todos fueran Osamu.
Para entender la historia, había que remontarse a antes de que la preparatoria hiciera lo suyo, antes de la partida de los Nakamura y antes de que el odio surgiera entre Suzuki y Atsumu.
Siempre dicen que un extrovertido adopta a un introvertido, y no es mentira, pero en este caso, un introvertido adopto a un excluido. Suzuki no tenía muchos amigos reales, solo compañeros de clases con los que pasaba el tiempo, pero fuera de ello, ella no existía. Atsumu era odiado por todos, o eso le decía su gemelo, por ser tan perfeccionista, egoísta y arrogante. Su primer encuentro no fue un cliché romántico, ninguno se acercó al otro, simplemente fue coincidencia.
-Tsumu, llegaste-había dicho su madre al recibirlo-, Osamu llego hace rato con una amiga, ¡no sabía que tenían una amiga tan linda!
-No es amiga de Tsumu, es mi amiga-recalco Osamu desde el salón-, Suzuki, no te acerques, se te pegarán los piojos y todos te odiarán.
Y así fue, Suzuki no se acercaba a Atsumu, no quería que la odiarán y tampoco quería tener piojos.
Pero Atsumu era todo lo que decían y más, por lo que saber que Suzuki no quería ser su amiga y lo evitaba, solo provocaba que él quisiera estar a su lado. No lo logró hasta casi entrada su adolescencia, cuando las hormonas se comenzaron a disparar hacia todas partes y una mirada cómplice los unió para el pesar de Osamu.
-Tú lo odias-insistió Osamu a su amiga.
-Sí, pero quiero una mascota y mamá no me deja tener una. Además...creo que es lindo.
-Yo soy más lindo.
-Por supuesto, pero no puedo salir contigo Samu, no después de verte vomitar.
-Tsumu no es de compromisos, no te tomes muy enserio esto.
-Ya, Samu, déjalo estar. No sabemos que saldrá de esto, ¿no lo crees?
-Te romperá el corazón.
-Eso es muy cliché, no me pueden romper el corazón, es un musculo.
-Y ahí está la insufrible sabemucho.
-Es sabelotodo Samu, no existe "sabemucho".
Cualquiera que los hubiera visto en esos tiempos hubiera creído que crecerían juntos y algún día se casarían y tendrían hijos, la relación no era perfecta, Atsumu gritaba mucho y Suzuki huía para no afrontar los problemas, Atsumu tiraba y Suzuki soltaba, pero si era Suzuki quien tiraba, Atsumu lo hacía con más fuerza. Pero los buenos tiempos no faltaban, y eso era lo importante allí. Hubieran sido la pareja más envidiada del Inarizaki.
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One shots │ Haikyuu
FanfictionNunca es mal momento para querer ser parte de un anime.