Entre videojuegos.
-Senpai, me gustas.
Kenma dio un brinco en su lugar, ni siquiera Kuroo en modo madre preocupada lo espantaba tanto como aquella chica, y lo peor, no podía huir de ella porque se trataba de la melliza de su amigo cabeza de naranja.
Luego del primer encuentro entre Karasuno y Nekoma, Hinata no había dejado de hablar de su reciente amigo gato, en la que Suzuki había denominado "la semana de Kenma", puesto que, si comía un dulce, su hermano le narraba cuales eran los favoritos del colocador, ¿un videojuego? Kenma le dijo que estaba en el nivel 156, ¿un vegetal? Kenma los odia, ¿un gato? Kenma los ama.
Kenma. Kenma. Kenma.
Sospechaba que su hermano estaba enamorado de Kenma.
Suzuki no había entendido entonces la emoción de su hermano, ella creía que no había nadie mejor que Kageyama, haciendo rabiar a su hermano, pero es que el carácter de Suzuki le había permitido conocer mejor al chico prodigio, y desde entonces eran amigos, y claro que Kageyama para picar a su compañero decía que, de seguir así, en el futuro se casarían.
Suzuki rezaba porque fuera una broma, porque se le daría fatal romperle el corazón, pero dudaba gustarle a Kageyama, en su cabeza solo había lugar para un balón y actualmente, para molestar a Shoyo.
Los hermanos, cansados de discutir hicieron un trato, una pelea de colocadores, así definirían quien era mejor. Aunque ambos sabían que lejos del talento que tuviera el colocador de Nekoma, Kageyama siempre sería el número uno en Karasuno, y eso es lo que valía si querían ganarles en las nacionales.
Fue así que el entrenador permitió a Suzuki acompañarlos en el campamento de entrenamiento, y tan solo bastaron unos días para que Suzuki entendiera el fanatismo de su hermano por aquel chico, y ni Kageyama ni ningún otro setter podría gustarle tanto como Kenma lo hacía.
No era solo la forma de jugar del chico lo que le gustaba, adoraba todo de él, incluso cuando la miraba mal por ganarle en algún videojuego.
Pero Kenma no aceptaba esos sentimientos, y Suzuki ya no sabía si era por ella o porque simplemente era reacio a ese tipo de cosas.
-¿No es temprano para acosar al pobre Kenma?-cuestiono Kuroo.
-¡Senpai! ¡Hay que sacarnos una foto! -dijo emocionada Suzuki arrastrando al mayor.
Suzuki no iba muy seguido a Tokio, pero aquel día era la graduación de los de tercer año, y varios del equipo de Karasuno habían decidió ir para despedir al capitán y a sus oponentes, por lo que Suzuki se había incluido en el plan, tanto para ver a Kenma como para despedirse de sus amigos.
-Después yo-dijo Shoyo cuando su hermana le paso su celular y se colocó entre Yaku y Kuroo, mientras que Kai colocaba una mano sobre su cabeza, y en cuanto la foto fue tomada, Suzuki comenzó a llorar.
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One shots │ Haikyuu
FanfictionNunca es mal momento para querer ser parte de un anime.