¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las patinadoras son creídas, es lo que siempre decía Atsumu cuando se cruzaban con ellas en los pasillos.
Kita no sabía a qué venía el desagrado por las chicas que practicaban ese deporte, podía suponer que se trataba de algún problema con una conocida de los gemelos, su otra opción era que los gemelos sintieran celos de la atención que estas recibían en la escuela, pero eso era imposible ya que Inarizaki no tenía un club de patinaje como tal, solo recibía como estudiantes a los extranjeros que llegaban a Japón para iniciarse en las competencias del país.
El capitán del equipo nunca había hablado con algún estudiante que estuviera en Inarizaki por esos motivos, pero dudaba que todas las chicas fueran como las describían los gemelos, y cuando pensó que viviría con la curiosidad, llego la estudiante capaz de matar al gato.
-Así que una medallista olímpica-bufo Atsumu mirando de reojo a la chica que estaba siendo interrogada en la cafetería.
-Es sorprendente que a su edad ya haya ganado el oro-comento Kita sin apartar la vista de su comida.
-Da igual, que lástima que está en tu clase, la tendrás que soportar-insistió Atsumu.
-Parecía muy amable-intervino Aran.
-Todas lo parecen, y cuando te das la espalda ¡TAAZ! Te convertiste en un par de pantuflas viejas.
-Tsumu, suenas resentido-dijo Osamu.
-¡Me dolió! ¿Ok? Maldita sea-refunfuño levantándose de un salto, pero no contaba con chocar con la recién llegada y acabar con parte de su almuerzo en su camisa-¡Me lleva la...!
-Ehh, no hace falta decir esas cosas, Miya-dijo serena la castaña.
-¿Acaso no había más lagos congelados en tu país?
-Sí, pero no había un Miya Atsumu al que presumirle mis trofeos. Además, soy tu senpai, respetame-sentencio empujándolo a un lado y sentándose junto a Osamu-, disculpen la intromisión, pero parece que todos temen acercarse a esta mesa y debo acabar mi almuerzo.
Nadie se opuso a su presencia, y Atsumu ya se había marchado siendo seguido por Osamu un rato después.
-¿Ya los conocías?-pregunto Aran curioso- A los gemelos.
-¿Oh? Ah sí, de niña vivía aquí, pero nos mudamos por la falta de trabajo que había y termine viniendo por pocos días a visitar a mis abuelos. En una de esas conocí a los gemelos, pero rechace a Atsumu y aunque se lo tomo bien le gusta fingir que le rompí el corazón.
-Pero, ¿no es eso lo que hiciste? -dudo Kita.
-Sí, pero un Atsumu con el corazón roto no haría video llamada con mi mamá durante las competiciones solo para verlo desde otro punto de vista. Solamente quiere acabar con mi paciencia. Además de que no soporta verme competir.
