Cuando nadie ve
-Suzuki-chan-sollozo Hinata cuando la chica acepto ayudarlo en sus estudios-¡Ese maldito de Tsukishima debería aprender a ser más amable!
Suzuki sonrió.
-Él es muy amable Shoyo, pero le gusta aparentar ser un chico malo, ¿qué es lo que no entiendes?
Shoyo no tardó mucho en abrir todos sus libros y comenzar a señalarle los temas que no comprendía, pero tras ver el desastre que eran los apuntes del chico, Suzuki le tendió los suyos para que los copiara.
Mientras escuchaba los murmullos de Shoyo repitiendo los apuntes, paseo su mirada por su salón, chocando con unos ojos dorados. Fue una mirada rápida, pero que para ambos simbolizaba mucho, e incluso los ponía nerviosos, ¿alguien notaría el fino hilo de sentimientos que cruzaba a toda velocidad con ese choque?
Así era siempre. Nadie sabía los secretos que ocultaban ese par, y nadie sospecharía nunca de una posible amistad entre Tsukishima Kei y Kageyama Suzuki, ya que para el equipo entero estos dos no se llevaban para nada bien a causa de la pequeña rivalidad entre el más alto y el colocador prodigio. Y era así, claro que para Suzuki el rubio era alguien intolerable, sabía que su hermano era un dictador, pero no entendía esa necesidad de sacarlo de sus casillas, después ella debía soportarlo en su casa y estaba harta.
Con todo el orgullo que poseía por ser una Kageyama, Suzuki busco a Tsukishima en la azotea de la escuela, un lugar prohibido para los estudiantes, pero que al más alto le importaba un rábano llevarse una sanción a cambio de unos minutos de paz. Aunque el objetivo principal de la chica era dialogar sobre su comportamiento contra su hermano, también deseaba entender porque se sentía tan nerviosa cuando estaba junto al rubio, ¿enojo? ¿desagrado? No sabía que era, pero la hacía temblar de pies a cabeza, sentir su piel caliente y la necesidad de saltarle encima.
Sí, seguramente era enojo, y esa necesidad era para golpearlo.
Pero entonces capto la atención del rubio, y se quedó muda.
Casi no tiene recuerdos de ese día, no recordaba que le dijo y que recibió de respuesta, pero tenía muy en claro que, si el ruido de campana que anunciaba el regreso a sus salones no hubiera intervenido, se habrían quedado más tiempo allí besándose.
Desde ese día sus encuentros fueron constantes, no es que lo hubieran decidido abiertamente, había sido un pacto silencioso, y así como tampoco admitieron sus sentimientos, ambos sabían que le pertenecían al otro.
-¿Que dice allí, Suzuki-chan?
-¡E-Eh!-se asustó volteando hacia Shoyo, que la miraba sonrojado y sonriente-¿Que decías, Shoyo?
-Eres muy tierna, Suzuki-chan-sonrió el chico-, sigo sin entender cómo eres hermana de Kageyama.
-Pensé que se llevaban mejor...
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One shots │ Haikyuu
FanfictionNunca es mal momento para querer ser parte de un anime.