43

1.9K 309 33
                                    

Mientras lavaba aquello que Bokuto había usado para cocinar, él se sentó en una silla a mí lado y no paraba de mirarme.

- Bokuto... ¿Por qué me miras tanto? - dejó a un lado la manzana que estaba comiendo e hizo una cara de sorpresa.-

- Akaashi, noté algo recientemente. - lo miré confundido y sonrió.- Sos muy lindo. ¿Sabías eso?

- ¿Q-qué? - sentí mi cara arder.-

- En especial tus ojos. Perdón... - tomó su manzana y le dió un mordisco.- tenía que decirlo.

- Creo que tenés algún fetiche raro con mis ojos. - comenté secando mis manos y él comenzó a reír.-

- No puedo creer que-

- ¿Arruiné el momento romántico? - pregunté con una ceja levantada.- Lo sé, me lo decían siempre, creo que es mí especialidad... Igual a mí me gustan mucho tus ojos.

- Debe ser porque ves tu reflejo en ellos.

- Ew, no. - dije con disgusto y volvió a reír.- Que cursi.

- Igual la primera vez que nos vimos el que hizo todo una presentación respecto al color de ojos del otro, fuiste vos. Que decías que mis ojos tenían un color re lindo cuando les daba el sol y-

- Dios, que vergüenza. - lo interrumpí tapándome la cara.- no me recuerdes eso.

- Pero si fue re lindo, ¿Por qué te avergonzas? - preguntó tomando mis manos y quitandolas de mí cara.-

- Porque si, fue algo tan tonto.

- Para mí no fue tonto, me gustó.

- Y obvio que te gustó si te lo dije a vos y era verdad.

- Bueno pero fue lindo, muy poético. Un poco cursi pero poético. Diez puntos de mí parte.

- Beneficios de trabajar en una biblioteca. - me fruncí de hombros y él sonrió.-

Ambos nos mirábamos fijamente, Bokuto aún sostenía mis manos, las cuales se sentían cálidas al ser sostenidas por las del otro.

- Creo que va a ser hora de que me vaya a mí casa. - comentó alejándose de mí.-

Abrí mí boca enorme y de lejos lo ví que sonreía.

- No puede ser. - murmuré.-

- ¿Qué pasa? - preguntó simulando estar confundido.-

- Nada. - respondí.- ¿No te querés quedar a dormir acá?

- Si quiero pero no puedo, mañana temprano tengo un partido y bueno, no voy a poder. - tomó su bolso y me miró.-

- ¿A qué hora? - pregunté y comencé a seguirlo.-

- Por mensaje te mandó la ubicación y todo eso. ¿Dónde vas?

- Con vos, a acompañarte. - respondí obvio y él me detuvo.-

- No. Está frío y te vas a enfermar.

- Espera a que me abrigue. - estaba por subir a buscar una campera y volvió a detenerme tomándome del brazo.-

- Te vas a enfermar si venís conmigo, así que quédate acá calentito, en tu casa.

- Pero quiero acompañarte igual. - me quise soltar para subir pero me atrajo hacia su cuerpo abrazándome.-

- No me acompañes, Akaashi. Si te enfermas no puedo venir a verte hasta que te recuperes, así que haceme caso y quedate acá. -Suspiré.- ¿Me vas a hacer caso?

- Está bien. - respondí y puse los ojos en blanco.-

Bokuto me tomó de la barbilla haciéndome mirarlo y me dió un corto beso en los labios.

- Después te escribo y te paso las cosas. - asentí sonrojado.- Nos vemos mañana, Keiji.

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora