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Luego de comer ambos nos comenzamos a ver una película de comedia con la cual ambos terminamos con los ojos llorosos y dolor de panza debido a la risa, al finalizar tomé mí celular y miré la hora.

— Creo que va a ser momento de que me vaya, voy pedirme un taxi. - comenté poniéndome de pie.-

— ¿No es muy tarde? Podes quedarte a dormir, no me molesta.

— ¿Tenés dos camas?

— No, pero puedo dormir en mí sofá. - mencionó y negué con la cabeza rápidamente.- Es un sofá que se hace cama, ya dormí muchas veces ahí, no es incómodo.

— Si no es incómodo voy a dormir yo.

— No, Akaashi. Vos dormís en mí cama, tiene sábanas nuevas y mí habitación está limpia. Por favor, no discutamos sobre esto porque no voy a cambiar de opinión. - me crucé de brazos y él imitó mí acción.- Akaashi.

— Bokuto.

— Te dejé una muda de ropa para que uses de pijama. Anda a dormir. - cambié de posición colocando mis manos sobre mis caderas largando un suspiro.-

En verdad no iba a darse por vencido. Me dirigí al sillón tomé asiento allí cruzando mis brazos nuevamente.

— No voy a moverme de acá y vos tampoco me vas a sacar.

—  ¿Querés apostar? -preguntó e instantáneamente me arrepentí de aquello porque era obvio que me iba a poder mover si mí peso era igual al de una pluma para él.-

Se puso frente a mí y seguido se acercó demasiado, me tomó de la cintura y me levantó. Seguido me posicionó en sus hombros como si llevara una bolsa de papas.

— ¡Bokuto! ¡Bajame! - comencé a moverme y él pinchó el costado de mí cuerpo con su dedo a lo que reí.-

— ¿Tenés cosquillas? -preguntó y me quedé inmóvil.- Voy a tomar eso como un sí.

Luego de eso siguió pinchando mi cintura haciendo que ría y me retuerza.

— Si te seguís moviendo te vas a caer, Akaashi.

Al llegar a la habitación me dejó sobre su cama y sonrió.

— Mí trabajo acá está hecho. Espero que duermas bien.

—  Hiciste mucha trampa, no se vale.

— Si, si lo que digas. - murmuró con desinterés y suspiré enojado.-

— Quiero la revancha, no voy a dejar que me atrapes otra vez. - estaba por ponerme de pie cuando sus manos me detienen dejándome en mí lugar nuevamente.-

— Quédate quieto. No hay revanchas. Solo hay que dormir. Podes soñar con que me vas a ganar si querés.

— Lo voy a hacer y te voy a ganar en cada una de las cosas que hagamos.

— Es macanudo que sueñes conmigo.- rió.- Voy a irme ahora. - se alejó hacía la puerta y se giró.-

— Buenas noches, Akaashi. - tragué saliva y asentí.-

— Buenas noches, Bokuto.

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora