Me había decidido por hablar con Osamu, no existía razón para no hacerlo ya que simplemente le iba a comentar acerca de que Oikawa me hacia sentir incómodo debido a la cercanía que tenían ambos. Si, solo eso.
— Estoy yendo a casa de Osamu, porque hoy, viernes, no trabajo. - hablo al celular mientras grabo un audio a Konoha- Había hablado con Osamu por llamada y me comentó que estaba en su casa porque estaba enfermo y despues le dije que iba a llevarle unas medicinas, me respondió que no hacía falta porque era simplemente un resfriado, pero yo sé que es tonto y no va a tomar nada. Así que cuando salga de ahí te vuelvo a hablar para arreglar mañana.
Hacía un par de meses que Samu me había dado una copia de sus llaves asi que no hacía falta volver a llamarlo para que bajara a abrirme.
Llegue al edificio y subí a su piso, abrí la puerta y entré. Si bien sabia, Osamu no era una persona muy desordenada pero su casa ahora estaba literalmente dada vuelta y ropa por todos lados.
Subí las escaleras y me puse frente a su puerta en completo silencio ya que oía pequeños sonidos casi inaudibles. Fruncí el ceño y abrí la puerta.— ¡Pero que mierda, Osamu! -grité con los ojos bien abiertos-
En esa habitación se encontraban ambos, Oikawa y Osamu, sin ropa y no pude sentirme más boludeado y humillado en mi vida.
— Soy tan boludo, ahora tiene más sentido el que no hayas querido que venga a verte. -protesté y cerré la puerta para luego dirigirme a la salida del edificio-
— ¡Akaashi, espera! -escuché que gritó a mis espaldas, maldito sea él por ser tan rápido-
Sentí que me tomó del brazo haciendo que gire bruscamente chocando contra su pecho.
— ¿Qué querés? -pregunté enojado y con la vista nublada por las lágrimas- ya tomaste una desición, no necesito mas señales.
— Dejame explicarte te juro que no pasó lo que vos crees. -dijo y fruncí el ceño-
— ¿Me estas jodiendo boludo? estaban los dos desnudos, ¿Te estaba dando masajes? -pregunté con ironía- Ya fue, Osamu dejame en paz.
— No, Akaashi, yo no quiero a Oikawa te juro. Te quiero solo a vos, tenemos que seguir los dos.
— ¿Podrías darme razones por las cuales deberíamos seguir juntos?
— Yo te amo. -respondió y negué con la cabeza mientras apretaba los labios-
— ¿Sos tonto acaso o qué? Yo realmente te acabo de ver con él acostados, y después ¿Venís acá y me decís te amo? ¿En verdad no tenes vergüenza? Deberías estar con él, se nota que te hace feliz. No puedo ni voy a competir.
— Se que no soy inocente pero perdoname, no puedo seguir sin vos a mi lado, Kaashi... perdoname.
— Yo siempre fui el que te sostenía cuando vos te caías, siempre fui el que estuvo ahí para vos ¿Te acordás? es tan triste que esta sea tu forma de pagarme. -suspiré y lo miré-
— No quiero ir a casa si vos no vas a estar ahí conmigo, Akashi, por favor. ¿No podés quedarte conmigo solo una noche más?
¿Es que acaso no estaba conectando las neuronas? Oikawa seguía en su casa.
— Me va a costar dejarte pero es que hoy se me agotó la esperanza que tenía en nosotros, porque con lo que queda ya no alcanza. -miré el estrellado cielo y bajé mi vista para mirarlo- sos lo que más quise.
— Vos también sos a quien mas quise Akaashi, lo que hice se que no tiene perdón pero podemos volver a intentarlo. No dejemos que esto nos separe.
— ¿Sabés cuántas veces quise hacerlo bien y me terminaba guardando las cosas por no querer hablar demasiado y arruinar las cosas.? -pasé una mano por mi cabello tirando un poco de este- No nos vamos a seguir engañando, Samu, vos querés a alguien más y yo tengo que ser feliz.
— Kaashi. -susurró y se acercó a mi tratando de tomar mis manos pero las alejé rápidamente-
— ¿Sabías? Llegué a sentir un poco de envidia por Oikawa porque cuando él pasaba frente a nosotros a vos se te ponían los ojos brillantes tal y como pasaba conmigo y lo envidiaba porque él había logrado eso y no yo, que era tu novio.
— Sos mi novio. -exclamó enfatizando en el 'sos'.
— No, Samu. Ya no.
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Biblioteca. (bokuaka)
RomanceAkaashi trabaja en una biblioteca donde hay una persona en especifico que no devuelve un diccionario hace bastante tiempo por lo que èl debe llamar a esa persona para recordarle, pero aquel sujeto siempre pone excusas para no llevarlo. Esta historia...