— Pensé que te habías olvidado de nosotros, tus amigos, quienes estuvieron con vos cuando estabas llorando como un bebé, quienes te soportaban hablando de aquel chico que rompió tu corazón, quienes est-
— Okey si, ya entendí cual fue su papel en mí vida y que estuve mal en no contactarlos. - interrumpí a mí amigo y él suspiró.-
— Estoy dolido, Keiji. Nos olvidaste en cuanto aquel chico de pelo teñido de una forma rara y lindo cuerpo, apareció frente a vos.- se excusó y reí.-
— Konoha estás haciendo de esto, una obra de teatro y te recuerdo que estamos en una cafetería. Todos pueden escucharte.
— ¡Que se enteren del dolor que vengo soportando! Nada duele más que un hijo te olvide y deje de llamarte. - puse los ojos en blanco y miré a Mei, tratando de buscar ayuda.-
— A mí no me mires, yo estoy igual que él. Solo que tengo más dignidad y no hago tanto show. - se cruzó de brazos.-
— Ya entendí que hice mal. ¿Qué tengo que hacer para que me perdonen? - pregunté y ambos sonrieron.-
— Bueno para empezar podes pagarnos unas vacaciones a Miami y también-
— Estaba hablando de otra cosa, no de pagarte un viaje.
— Es lo mínimo que podés hacer. - respondió y seguido bebió de su café.-
— Pero dejando de lado el enojo que tenemos, contanos que pasó. - ambos se acercaron más a mí observándome fijamente.- Dale, dale. Contanos.
— Son como dos tías chusmas. - dije y ambos me miraron ofendidos.-
— Somos dos tías chusmas, deja de dar vueltas y empezá.
Comencé a contarles casi todo lo que pasó en la casa de Bokuto, ellos me miraban atentos y comentaban de vez en cuando.
Yo solo hablaba hasta que mí mirada se dirigió a la entrada de la cafetería, una cabellera rubia llamo mí atención puesto que se me hacía conocida.— ¿Qué miras tanto atrás? ¿Acaso está el chico musculoso? - preguntó Konoha subiendo y bajando sus cejas.-
— Ese chico musculoso tiene nombre y apellido ya te lo dije, es Bokuto Koutaro. De todas formas no es él, es otra persona.
— ¡Akaashi! - gritó aquel rubio llamando no solo mí atención sino la de toda la cafetería.- Que placer verte otra vez. ¿Cómo estás? ¿Les importa si me siento con ustedes? ¿No? Genial.
— ¿Qué haces acá, Atsumu? - preguntó Konoha.-
— Hay un chico lindo en el mostrador atendiendo la caja y desde acá se ve mejor que desde donde pensaba sentarme. - nos informó y lo miré.-
— ¿Quién?
— Aquel, en la caja. De rulos y pelo negro. - respondió.- Aunque el mesero ese de pelo naranja también llama mí atención. No sé que hacer.
— Podes empezar por dejar de mirarlos tanto. Vas a hacer que te corran del local por stalker. - Atsumu luego de que mí amigo dijera eso le mostró la lengua, eran como niños de cinco años.-
— Buenas tardes, acá está su pedido. - aquel mesero de pelo naranja se acercó a nosotros y depositó la bebida del rubio.-
— Gracias. - Atsumu lo miro sonriendo y luego de que aquel chico sintiera, se fue.- El de rulos no para de mirarme, creo que le gusto.
— Yo creo que quiere clavarte un cuchillo o golpearte de lo ruidoso que estás siendo. - respondió Mei.-
— Ustedes son todos envidiosos. Voy a tomar mí bebida cerca de aquel chico. Deseenme suerte.
— Suerte. - dije y se fue.-
— A veces me pongo a pensar en como es posible que él y Osamu sean hermanos, pero son literalmente dos idiotas.
— Osamu no es igual que Atsumu, pareciera que si pero él es más tonto. - respondí señalando con la barbilla a el gemelo de mí ex.-
— Bueno basta de hablar de ese chico que se me cierra el estómago y quiero pasar una linda tarde. - Konoha en verdad no quería a Osamu.-
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Biblioteca. (bokuaka)
RomansaAkaashi trabaja en una biblioteca donde hay una persona en especifico que no devuelve un diccionario hace bastante tiempo por lo que èl debe llamar a esa persona para recordarle, pero aquel sujeto siempre pone excusas para no llevarlo. Esta historia...