Biblioteca. (bokuaka)

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Luego de que Bokuto me enviara un audio diciendo que estaba por irse a entrenar y que podía ir a verlo, me cambié y me encaminé hacia donde estaba él.
Había entrado al gimnasio y justo estaban jugando, y tuve la suerte de poder ver a Bokuto en su mejor momento y tenía que decir que era bastante satisfactorio verlo jugar ya que lo hacía bien.
Estaban cambiando de equipos cuando cruzamos miradas y una sonrisa enorme se dibujo en su cara, sentí mí cara arder.
Me hizo señas para que lo espere y seguido tomó una botella y corrió hacía mí.

— Hola, Akaashi. - saludó cuando se posicionó frente a mi.-

— Hola, Bokuto. ¿No estás cansado? Acabas de venir corriendo después de jugar, yo me estaría arrastrando ahora mismo. - dije y rió.-

— Me gusta mucho jugar al voley, principalmente rematar y dar lo mejor de mí. Si fuera por mí no me detendría. De todas formas ya es el último partido que se va a jugar. - ambos nos dimos vuelta a mirar al equipo que se encontraba jugando ahora.-

— Lo haces bien. - comenté y se dió vuelta a mirarme.- Me gustó verte jugar. Sos fascinante y saltas muy alto.

— Vos también lo haces bien. La vez que jugamos juntos sentí que encajamos muy bien como si tus colocaciones estuvieran hechas para mí. -

— Yo... ¿Mis colocaciones? ¿No estás exagerando? Tenés un montón de colocadores para vos. - mencioné sin mirarlo, no quería que viera mí cara que seguramente estaría roja.-

— Mmmh... Puede ser, pero no me siento cómodo como cuando recibí las tuyas. Quiero decir, sus colocaciones son geniales y obviamente las puedo golpear y se sienten bien pero las tuyas.... Cómo decirlo, se sienten muy cómodas, como hechas para mí. ¿Entendés?

Me giré a mirarlo pero él no me miraba a mí, miraba a sus manos y jugueteaba con sus dedos, luego comenzó a apretar los puños y relajando las manos como tratando de recordar aquella sensación.

— ¿Querés que te haga colocaciones cuando terminen de entrenar? - pregunté, sus ojos se iluminaron y se acercó a mí tomándome de los hombros.-

— ¿En verdad harías eso? - preguntó y asentí.-

— Vine acá para verte y pasar el día con vos. Además me gusta hacerlo. - asintió muchas veces.-

Se veía inquieto, miraba a quienes entrenaban y movía su pie impaciente, tratando de que el tiempo se pase rápido.

— ¿Te pasó algo hoy? -preguntó luego de unos segundos en silencio y lo miré.-

— ¿Qué? ¿Por qué?

— No sé, cuando te estabas despidiendo sentí que tu tono de voz cambió cuando saludaste a la persona del otro lado y después comenzaste a hablar rápido y...  No me diste tiempo a despedirme también, sumándole que a los dos minutos que pasó eso me mandaste un mensaje para vernos. - se cruzó de brazos y evité su mirada pero rápidamente volví a mirarlo.-

— ¿Acaso no puedo tener ganas de verte? - sonrió y luego suspiró.-

— No colgaste la llamada cuando te despediste y escuché la voz de alguien más así que supuse por tu tono de voz y por la voz de la otra persona que era tu ex, por lo que decidí cortar ya que no era de mí incumbencia lo que hablaban. Puedo deducir que estás acá porque no querías verlo. ¿Me equivoco?

— ¿Qué? No, no, no. Yo quería verte. Sí, es verdad que hable con mí ex pero no es esa la razón por la que estoy con vos acá, me gusta pasar tiempo a tu lado, me hace bien. No te uso para olvidarme de él si es eso lo que estás pensando. - lo miré pero ya no me miraba.-

— Okey. - suspiró nuevamente y seguido sonrió.- Vamos, es nuestro turno de lucirnos. - tomó mí mano y comenzamos a correr.-