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— ¿Te gustan los dulces de fresa? - preguntó de la nada y lo observé confundido.- ¿Querés probar?

Me encontraba mareado en ese instante y no sabía si la razón era él, el calor que tenía producto del día o Bokuto nuevamente.

No siempre tenés a un chico del porte de Bokuto frente a vos haciéndote este tipo de preguntas.

Su mirada iba de mis ojos a mis labios continuamente, hasta que ladeó su cabeza a un costado, una de sus manos tomó mi barbilla y la otra la apoyo sobre la pared detrás de mí.

—  ¿Estás bien? - preguntó, abrí y cerré mi boca.- Pareces un pez, haciendo así.

Tomé su cara entre mis manos y lo besé, no supe en que momento salí de mi batalla mental pero pude hacer aquello lo cual fue un logro.

Bokuto cambió de lugar su mano de mi rostro a mi cintura acercándome más su cuerpo, sus labios se movían a compas de los mios

Se sentía el leve sabor de aquel dulce que él había estado comiendo aunque lo lindo duró poco ya que mí celular comenzó a sonar sacándonos de nuestra burbuja.

— No puede ser. - murmuré separándome de Bokuto y tomando mí celular.- ¿Hola?

— Te acordás que viniste conmigo a ver este partido ¿Verdad?

Mientras escuchaba lo que mí amiga decía del otro lado, el chico frente a mí, repartía besos por mí rostro lo que me hacía sonreír.

— ¿Mei? - pregunté y la oí suspirar.- Estoy yendo, justo me agarraste de camino, me quedan unos pasos y estoy allá.

Trataba de alejarme de Bokuto pero este hacía de su agarre más fuerte en mí cintura impidiendome moverme aunque sean dos centímetros, solo que ahora dejaba pequeños besos en mí cuello.

— Si no llegas en tres minutos me voy.

— Estoy yendo, no te preocupes. - le colgué y miré a aquel chico frente a mí, tapando su boca cuando iba a besarme nuevamente.-  Basta, me tengo que ir y vos también.

— Puedo ir más tarde. - respondió frunciendo, volvió a besarme.-

— Yo no puedo, no sabes lo que es Mei cuando se enoja. - dije cuando logre alejarme de él, se cruzó de brazos y me miró con el ceño fruncido.-

— Dale, Akaashi. - estiró su mano ofreciendomela.- Vuelve, que sin ti la vida se me va.

Comenzó a cantar y empecé a reír.Negue con la cabeza y me alejé.

— Nos podemos ver mañana si querés.

— Pero yo te quiero ahora. - iba a hablar pero él se me adelantó sonriendo.- Mañana también te voy a querer, Keiji.

— Entonces nos vemos mañana. ¿No venís? - pregunté al ver que no me seguía.-

— Mmmh... No. Voy después. - sonreí.- Cuídate.

— Suerte. - respondí guiñandole un ojo.-

— Hey, hey, hey... - le escuché decir y me volteé a verlo confundido.- ¿Te pensas ir sin saludarme?

— Y si no te saludo ¿Qué? - levanté una de mis cejas y  Koutaro comenzó a caminar hacia mí rápidamente.-

Quise caminar también pero hacía la dirección contraria a él, mí mente pensó eso y mis piernas no le hicieron caso.

— Ja. Hola. - dije cuando estuvo frente a mí.- ¿Cómo estás? Justo iba a saludarte.

— ¿Ah sí? - preguntó sarcástico y me puse en puntas de pie para dejar un suave beso, el cual duró más de lo esperado cuando me agarró de la cintura.- Mucho mejor. Te podés ir con tu amiga, pedile perdón a Mei de mí parte.

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora