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Me encontraba debajo de mis sábanas escuchando una y otra vez las mismas canciones de la playlist que Osamu me había dedicado, dónde las primeras 5 canciones formaban la palabra "te amo" y luego seguían otras canciones  las cuales eran en inglés pero su significado era hermoso.

No tenía amigos de confianza a los cuales podría recurrir para que me sacaran del estado lamentable en el que estaba, mejor conocido como "depresión post-corte de relación".

Aunque de todas formas tenía a Mei, pero ella esta de vacaciones con sus amigas así que no quiero bajarle la buena vibra con mis problemas amorosos, otra persona pasó por mi mente que fue el chico del diccionario pero asi de rápido como vino a mi mente se fue, porque ni siquiera lo conocía como para contarle mis cosas.

De igual manera, hoy es Sábado por lo que es mí día libre así que no puedo llamarle si quisiera.
El sonido de mi celular anunciando que estaba recibiendo una llamada, me sacó de mis pensamientos.

— ¿Akaashi? - escuché del otro lado.-

— ¿Mei?

— ¿Qué pasó? -escuché su tono de preocupación y pude deducir que probablemente Osamu le haya llamado-

— Nada ¿Por? -pregunté nervioso-

— Osamu me llamó y preguntó si no me podía poner en contacto con vos porque no le respondías las llamadas ni los mensajes y que estuvo por hablar con tu mamá para que lo acompañara a verte. ¿Puedo saber qué mierda pasó?

— ¿Qué? -pregunté sorprendido, sentándome en mi cama- ¡Dios! Solo estuve durmiendo y por poco no me mandan al SWAT o el FBI. -dije sarcástico-

— ¿Vas a decirme que pasó? - volvió a preguntar y podía escuchar gritos y música del otro lado.-

— No quiero arruinar tus vacaciones con mis cosas, Mei.

— Akaashi Keiji, el día antes de irme te dije que podías llamarme siempre que me necesites aun asi sea para preguntarme que perfume usar. -reí y solté un suspiro volviendo a acostarme en la cama con un brazo sobre mi cara-

— Terminé con Osamu.

— ¿¡Qué!? -gritó del otro lado y gruñí porque probablemente me había roto un tímpano- ¿Cómo? ¿Por qué?

— Me estaba engañando. -respondí y sentí un nudo en mi garganta luego de recordar aquello- Y ¿adivina con quién?

— Espero no sea quien creo que es. - oí el sonido de una puerta cerrarse y ahora solo se escuchaba ella.-

— El mismísimo Oikawa Tooru.  -respondí sarcástico-

— Cuando yo creo que la gente no puede ser mas idiota, viene Osamu y me hace dar cuenta que estoy equivocada. ¿Cómo te diste cuenta que te estaba engañando?

Luego de contarle todo a Mei hubo un lapso de dos horas dónde ella solo insultaba a ambas personas implicadas en el destrozo de mi corazón.

— Keiji, vos sos una gran persona ¿Okay? y te mereces mucho más de lo que el innombrable te dió -reí brevemente al escuchar el apodo que le había puesto a Osamu porque según ella si no escuchaba su nombre, lo iba a olvidar más rápido.-

— De todas formas, no puedo evitar pensar que tal vez yo no fui lo suficiente para él y que por esa razón buscó a alguien más. ¿Así de fácil es reemplazarme? -pregunté con la voz rota y mi vista nublandose por las lágrimas-

— ¡No Akaashi! No permito esos pensamientos negativos, vos sos muchísimo para él, y él es un imbécil por haberte dejado ir y no valorarte. Quien debe llorar es el innombrable porque cambió el oro por el cobre.  -reí y sequé mis ojos- Sos una gran persona Akaashi y él no lo es, cuando vuelva vamos a salir a festejar tu soltería.

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora