— Es gracioso que pienses que me gustaba alguien más cuando yo realmente esperaba todos los días tu llamado solo para escucharte y, obviamente, contarte sobre aquello que encontraba en el diccionario.
— Es que no me habías visto la cara. ¿Cómo podía pasar por mí cabeza que te podía gustar?
— Akaashi, a mí no me empezaste a gustar por lo lindo que sos. Me empezaste a gustar por tu forma de hablar, por como disfrutabas contarme cosas sobre vos y cómo te fascinaba escucharme a mí hablar sobre palabras que no conocías. Me gustaste porque sos inteligente, el hecho de que seas lindo es un plus.
— Pero-
— Me gustas mucho, y si pudiera me quedaría a tu lado toda la vida porque en verdad me haces feliz, pero eso supongo que depende de vos. - comentó y lo observé confundido.-
— ¿Depende de mí? ¿Por qué?
— Porque no sé si vas a poder soportarme, soy un chico un poco difícil de manejar. Kuroo dice que soy un chico de cinco años atrapado en el cuerpo de un chico musculoso. - sonrió mostrándome sus cinco dedos.-
— Supongo que llegó el momento de ponerse cursis. - respondí y él suspiró.-
— Akaashi...
— Yo no soy como vos qué puedo decir todo el tiempo este tipo de cosas como lo haces vos, pero siempre me encanta escucharte. Me haces sentir como un niño de doce años en su primer relación.
— Gracias, gracias. Es un don que tengo. - dijo y lo observé sonriendo.- Por favor no me mires tanto que me ponés nervioso.
— Es que... Cada vez que te miro mí corazón comienza a latir muy rápido y me pone ansioso porque sé que tenés el poder de hacer lo que quieras conmigo y de iluminar todo a mí alrededor.
— Keiji, no sabía que todo eso pasaba por esa linda cabeza tuya.
— Puedo tener la seguridad de que sos lo suficientemente despistado como para no darte cuenta sobre algunas cosas pero supongo que esa es una de las tantas cosas que me gustan de vos. ¿Sabés algo? Puede que pienses que tal vez no se muchas cosas sobre vos o que tal vez no te presto mucha atención pero-
— Nunca pensé eso, Akaashi.
— No importa, hagamos como si lo pensabas...
— Okey, okey. - respondió haciendo un 'okey' con sus dedos.-
((sinceramente no sé cómo explicarlo pero es este 👌)))
— Como decía, capaz pensas que no te presto atención pero me di cuenta de que tenés algunas debilidades.
Y sin querer he estado contandolas a todas y sigo sumando, pero no le iba a decir eso.
— A ver, decime algunas. - le sonreí y elevé mis cejas.- Que nervios, creo que se me bajó la presión. Traeme una coca cola.
— Mmmh... Te encanta presumir y... A veces... Cuando te obsesionas demasiado con una cosa te olvidas por completo como hacer otra y no pasan muchos minutos cuando te pones en 'modo emo'. También-
— Basta, como puede ser que sepas esas cosas. -Reí ante lo que dijo y seguí observándolo.-
— Te presto mucha atención, hasta lo más mínimo que hagas. En verdad me gustas, así que no pienses que no te voy a soportar porque me gustas así como sos y no voy a querer a otra persona si no sos vos.
— Ay, todas estas cosas que decís, Akaashi. Haces que me enamore más y más, mí corazón puede explotar en cualquier momento.
— Gracias por aparece en mi vida.
— Que gracias ni gracias, yo quiero un pago. Pago en besos. - dijo y sonreí.-
En verdad era la persona más feliz del universo y estaba agredecido de que este conmigo.
— Qué suerte que tengo muchos, ¿tengo que hacerlo ahora o puede ser después?
— Ahora. - respondió y me como me dijo, lo besé.-
Bueno, ahora si es el final definitivo. Muchas gracias a todas las personas que se han tomado el tiempo de leer, comentar y votar esta historia. Sinceramente pensé que no iba a tener alguien que lo leyera pero me sorprendí, así que gracias nuevamente y, quien sabe capaz pueda hacer alguna historia Kuroken o lo que les guste.
Nos vemos en otro momento, gracias. ♡
pd: stream shy away de twenty one pilots ⊬
también stream stray kids
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Biblioteca. (bokuaka)
RomansaAkaashi trabaja en una biblioteca donde hay una persona en especifico que no devuelve un diccionario hace bastante tiempo por lo que èl debe llamar a esa persona para recordarle, pero aquel sujeto siempre pone excusas para no llevarlo. Esta historia...