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— Wow, cuánta formalidad Keiji. Habla Bokuto Koutaro, un placer volver a escuchar tu voz.

Contuve la respiración, era Bokuto. B.K es Bokuto Koutaro. Maldita sea como no lo pensé antes.

— Yo- Hola Bokuto. - mierda ¿Por qué mí voz temblaba tanto y por qué me sentía tan nervioso?.- Creo que sabes el por qué te llamo. ¿Verdad?

— A decir verdad, no estoy muy seguro de la razón. No creo que sea para verme sino no hubieses sido tan formal ni tampoco hubieses usado el teléfono de tu trabajo.

De la última vez que vi a Bokuto en el parque solo habíamos intercambiado mensajes pero no habíamos programado para volver a vernos.

—  Te llamaba porque hay libros que no devolviste y los cuales ya pasaron su límite de tiempo a esperar. - comenté.- Se te está haciendo costumbre esto.

— Juro que no lo hago a propósito, solo que pierdo la noción del tiempo cuando leo. Debería ponerme un recordatorio en el celular.

— Si, deberías. - murmuré.-

— ¿Te pasa algo? - preguntó y sentí la preocupación en su voz.-

— No. ¿Por qué?

— Te escucho nervioso y hasta podría apostar que estas algo tenso. - solté el aire que, no sabía hasta el momento, estaba conteniendo.- Pero bueno, seguro es el trabajo.... - lo oí suspirar.- ¿Sabías que los pingüinos tienen rodillas? - me informó cambiando de tema, cosa que agradecí.-

No me sentía cómodo contándole sobre lo que había pasado con Osamu, no estaba seguro de como iba a reaccionar y por alguna razón no quería escuchar que estaba decepcionado de mí como todos  los demás me dijeron.

— ¿En verdad tienen rodillas? ¿Dónde viste eso? ¿Acaso estás inventando para tratar de hacerte oír como alguien genial?

— ¿Qué? ¡No! Por supuesto que no, lo juro. Lo leí en el libro que me traje de tu biblioteca. - sonaba ansioso y de fondo se escuchaba el ruido de las hojas de algún libro ser pasadas con rapidez.- Escucha.... Aunque parece que los pingüinos tienen piernas muy cortas y sin rodillas esto no es así. En realidad la pierna de un pingüino se compone de un fémur corto, rodilla, tibia y peroné. Los huesos de la parte superior de la pierna no son visibles ya que están cubiertas de plumas, lo que les da a los pingüinos una apariencia de patas muy cortas. ¿Algo que decir al respecto?

— Perdón por haber dudado de vos. - me disculpé mientras sonreía.-  A decir verdad, no tenía idea de que tenían rodillas, toda mí vida creí que solo tenían patas.

— Bueno, que mejor que yo para acabar con tu poca sabiduría en los animales.

— Estoy muy agradecido con eso.  De todas formas...¿Por qué te llevaste un libro de animales?

— Me gustaron los dibujos de los animales en la portada. - reí y rápidamente tapé mí boca.-

—  ¿Acaso estabas  en la sección de niños? - pregunté conteniendo la risa.-

— Yo que se dónde estaba en ese momento, mí gran preocupación fue tratar de hablarte así que lo miré, me gustó y lo llevé.

— Ya veo. - una cuerpo se posicionó frente a mí y levanté la vista.- Oh, hola. - lo saludé.- Mmh... Bokuto, yo tengo que colgar ahora. Espero a que devuelvas el libro pronto. Buenas noches.

Colgué y me puse de pie al ver a Osamu del otro lado del mostrador.

— Hola, Samu.

— ¿Te estabas divirtiendo? - preguntó y tragué saliva.-

—  Ese no es tu asunto. ¿Qué pasó que estás acá?

— ¿Acaso no puedo venir a ver a mí novio a su trabajo? Estaba esperando a que termine tu turno para ir a comer.

— ¿Por qué decís que somos novios? Creo que hay algo que no entendiste en lo que te dije.

— .... ¿Vamos a ir a comer? - suspiré y negué.-

— No puedo, tengo planes con alguien más. - mentí.-

— ¿Alguien más? ¿Quién?

— Si y no te interesa con quién voy a salir. Así que perdón, pero no va a poder ser.

Luego de que se retirara, le mandé un mensaje a Bokuto para que nos encontráramos y a los minutos él me respondió.


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De: Bokuto Koutaro.
Para: Akaashi Keiji.

Ahora mismo estoy entrenando, justo tuvimos un descanso. ¿Pasó algo?
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De: Akaashi Keiji.
Para: Bokuto Koutaro.

No, no pasó nada. ¿Puedo ir a verte?
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Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora