— Bueno. ¿Qué onda? ¿Vas a tener esa cara de bobo todo el día o me vas a contar que te pasó? -Konoha preguntó y pestañee varias veces enfocándome en él.-
— Perdón, ¿Qué decías?
— Que me cuentes que te pasa, eso decía.
— Ah... Nada. - me miró serio y con una ceja levantada.-
— Dale, Akaashi. Podré tener cara de tonto pero no lo soy.
— ¿Quién te mintió? - pregunté y reí después de que intentara golpearme.- Okey, okey. Te cuento. Todo comenzó...
— ¿Estás tratando de hacerme enojar o qué?
— Sí. Bueno, te cuento. Ayer fui a la casa de Koutaro pero estaban sus amigos así que me fui aunque él se ofreció a acompañarme hasta la parada.
— ¿Fuiste desde tu casa hasta la casa de ese chico? Dios, lo que hace el amor.
— Sos tonto. Fui cuando salí de trabajar.
— ¿Y por qué estabas tan decepcionado de que hayan estado sus amigos? ¿Qué querías hacer, picarón? - preguntó moviendo sus cejas de arriba a abajo rápidamente.-
— No entiendo para qué querés que te cuente si no te vas a tomar en serio lo que te digo.
— Me lo estoy tomando en serio ¿No me ves la cara? Solo que bueno, sentí un tono de decepción en tu voz cuando dijiste que estaban sus amigos. - puse los ojos en blanco y él rió.-
— Porque pensaba comer con él cuando fui a la casa, pero como vi que estaba ocupado solo tomé mí ropa y me fui. Después pasó lo que te conté.
— ¿Y qué más?
— Nada... - miré hacia otro lado.- .... Nos abrazamos... - murmuré.-
— ¿Qué? No te escuché.
— Que nos abrazamos.
— No entiendo que estás diciendo ¿por qué lo susurras?
— Nos abrazamos, dios. Nos abrazamos, Konoha. - luego de unos segundos en silencio volteé a verlo y se estaba tapando la boca.- ¿Qué?
— ¿Se... Abrazaron? - preguntó y asentí.- ¡Oh por Dios! Por fin diste un paso, Keiji. Estoy orgulloso de vos. ¿Y qué más?
— Nada más, solo eso. Después nos despedimos y cada uno a su casa.
— Que aburridos. - dijo suspirando.- Ahí tendrían que haberse besado. ¡Cómo mínimo!
— ¿Por qué iba a hacerlo? Que vergüenza, mira si me corría la cara. Solo somos amigos. - comenté.-
— Yo a vos no te abrazo y somos amigos.
— ¿Quién dijo que somos amigos? - pregunté y Konoha trato de golpearme nuevamente a lo que reí.-
— ¿Qué es tan divertido para que rían en horas de trabajo? - pregunto una voz a espaldas de Konoha, al girarse él y yo al levantar la vista nos dimos cuenta que era nada más y nada menos que Osamu Miya.
— ¡Ay por Dios! Nadie te llamó. ¿Qué haces acá? - preguntó Konoha con desagrado desbordando de sus palabras.-
— Es una biblioteca, hasta donde sé, puede entrar cualquier persona. - respondió mí ex.-
— Bueno desde mañana no vas a poder venir a esta biblioteca. O al menos al puesto donde está Akaashi.
— ¿Y eso por qué? - preguntó Osamu cruzándose de brazos.- Él es un empleado y yo un cliente. Tengo derecho a hacerle preguntas.
— Yo también trabajo acá, al igual que otras 5 personas más. Akaashi ya no está disponible, no lo vengas a buscar.
— Eso lo va a decidir, Keiji. No la mamá pollo. - quería reírme pero me contuve cuando ambos me miraron.-
— ¿Qué pasó, Osamu? ¿Para qué me buscas ahora?
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Biblioteca. (bokuaka)
RomansAkaashi trabaja en una biblioteca donde hay una persona en especifico que no devuelve un diccionario hace bastante tiempo por lo que èl debe llamar a esa persona para recordarle, pero aquel sujeto siempre pone excusas para no llevarlo. Esta historia...