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— Supongo que vas a venir a mí casa. ¿Verdad?  - preguntó mientras caminábamos.-

— ¿Por qué debería de ir?

— Siento que no puedo caminar bien, capaz si me soltas me caigo.

Me alejé de él y siguió caminando hasta que se dió cuenta que estaba solo y fingió que caerse.

— Ay, Akaashi no me puedo levantar. Necesito ayuda. Necesito a alguien fuerte.

— Creo que te estás confundiendo, yo no soy fuerte pero te voy a ayudar porque me das pena. - lo ayudé a ponerse de pie aunque yo no hice fuerza ya que estaba bien.-

Ambos íbamos caminando a la par, en un cómodo silencio. Al llegar a su casa, Bokuto me tomó de la mano y subimos a su habitación.

— Vos vas a dormir acá. - me señaló su cama.-

— No, vos vas a dormir acá. Yo voy al sillón. - me encaminé hacia la puerta pero Bokuto vuelve a tomar mí mano y me hace sentarme en su cama.-

Abrió su armario y de ahí sacó dos camisetas y pantalones.

— No va a quedar otra que dormir juntos.

Me quedé mirándolo unos segundos pensando que iba a reír y decirme que era una broma pero al verlo empezar a cambiarse me di cuenta que decía la verdad.

— Voy a cambiarme al baño. - anuncié y luego de un "okey" de su parte, me encerré en el baño.

No estaba listo, definitivamente no estaba listo para salir y enfrentarme a él. Hoy pasaron muchas cosas y ahora estoy por dormir en la misma cama que Koutaro.
Cuando terminé de cambiarme salí y él se encontraba recostado sobre la cama con su celular.

— Vení, Akaashi. - palmeó el espacio a su lado.- No seas tímido, prometo no hacer nada. - levantó ambas manos.-

Sonreí y me acosté a su lado, dejando un espacio considerable entre ambos. Bokuto apagó las luces y dejó su celular sobre la mesita.

— ¿No te parece muy loco que estemos así ahora? Quiero decir, nosotros empezamos  hablar por un diccionario. ¿Te imaginas que hubiese sido otra persona quien me llamaba o si atendía mí padrastro? ¡¿O si vos no hubieses ido a mí entrenamiento!? Nosotros no nos hubiésemos conocido.

— Eso hubiese sido muy triste. Vos en el entrenamiento, aquella vez que nos vimos e hicimos ese pase genial, ibas a decir macanudo ¿Verdad?

— ¿Cuándo?... ¡Ah si! Lo iba a hacer.

— ¿Por qué no lo dijiste? Incluso creo que te pregunté pero no me respondiste.

— No muchas personas usan esas palabras pensé que me ibas a mirar raro.

— Mmmh... Ya veo.

— ¿Sabés Akaashi? Estoy feliz de haberte conocido. - dijo llego de unos segundos en silencio.- Capaz no te lo dije pero soy muy feliz cuando pasamos momentos juntos.... ¿Te dormiste? - preguntó y sentí como se inclinó.-

— Nop, solo estaba sonriendo.

— Ah. -me giré a mirarlo y gracias a la poca luz de la luna podía ver a penas su cara.-

— A mí también me alegra haberte conocido, Bokuto.

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora