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- Es algún tipo de broma? - pregunté y él me miró sorprendido.-

-¿Broma? No, no lo es.  ¿Por qué crees eso?

- Es que tu amigo.... Mmmh.... ¿Kuroo? -pregunté mirándolo y él asiente- Bueno, desde que llegaron lo único que hizo fue mirarnos de una manera para nada disimulada. 

Y eso era verdad, desde que entró con el otro chico a su lado, solo se sentaron ambos en una mesa, el más alto tenía un libro frente a él por donde asomaba su cabeza de vez en cuando y cada vez que cruzábamos miradas, la apartaba rápidamente y simulaba no haberme visto.

-Además, mira como está su libro. -exclamé señalando con mi barbilla donde aquellos se encontraban.- Ni si quiera lo esta agarrando bien. -comenté al ver que su libro estaba al revés, por ende era imposible leer, la risa que... Bokuto había soltado hizo que por mi cuerpo recorriera un escalofríos y sonreí porque era aquella risa que tantas veces había oído por teléfono, pero tapé su boca con mis manos cuando se escuchó un 'Shh' por parte de todos en la biblioteca.-

Creo que nos quedamos un par de segundos mirándonos hasta que recobre la compostura y quite mis manos, colocándolas detrás de mi espalda y mirando hacia otro lado. Era, probablemente,  la vigésima vez en el día que mi cara se ponía roja.

-Perdón por eso, no estaba en mis planes que ellos vinieran pero segundos antes de entrar a la biblioteca entre en pánico así que no tuve otra opción más que llamarlos.

- Mmmh... -apreté mis labios para que no se escapara mi sonrisa y rápidamente volví a mi gesto serio.- Es algo... raro el que vos estés acá y que haya sido con vos con quien hablé todo este tiempo.

- Si, lo sé.

- Tengo una duda, ¿por qué ahora? Quiero decir, tuviste mucho tiempo como para traérmelo antes.

- Es que estaba algo nervioso. -comentó a la vez que pasaba una mano por su cabello, el cual no estaba en puntas como la primera vez que lo vi sino que estaba levemente sujetado por una gomita de pelo.- además solo te había visto una vez y... no se simplemente estaba nervioso.

Él estaba mirando hacia otro lado por lo que me tomé la libertad de mirarlo y no había sido hasta ese momento en el que noté que llevaba aretes, muchos aretes lo cual le daba otro aspecto, pero me gustaba.

- Mmmh... ¿Akaashi? - pestañee rápidamente y salí del pequeño trance en el que estaba-

- Perdón ¿qué pasa? - aclaré mi garganta y vi como una pequeña sonrisa se asomo en su cara-

- Te decía que hay algo más. -comentó y me muestra un libro.- Puede a me lleve un tiempo muy muy largo terminarlo.

- Si, es un libro un grande. 

- Así que probablemente tengas que llamarme y recordarme que lo devuelva. Aunque tal vez sea una mejor idea sacar mi propia tarjeta para este.

- Yo también creo que es una buena idea. - sus ojos eran de un color dorado bastante interesante.-

- Y ¿Sabés qué otra cosa es buena idea? - apoya sus codos sobre la mesa y coloca su barbilla sobre sus manos, su mirada estaba fija en la mía.-  Que te dé mi celular para que no tengas que llamar más al otro número... O por si querés ir a comer algo.

Sentía el calor recorrer por toda mi cara hasta la punta de mis pies y a su vez, sabía que tenía una sonrisa enorme pero no me era posible quitarla.

- Definitivamente usaré ese número. - afirmé.-

-¿Si?

- Es decir, supongo que tendré que llamarte con frecuencia para recordarte que devuelvas el libro.

- Definitivamente vas a tener que recordármelo.

- Y probablemente lo necesite cuando... quiera hacer planes para comer algo.

Biblioteca.  (bokuaka) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora