Biblioteca. (bokuaka)

40

Hacía demasiado calor y no sabía por qué dado a que si sacaba un brazo me moría de frío.
Asomé mi cabeza por sobre las mantas y me encontré con el cuerpo de alguien más. Levanté un poco más mí vista y logré divisar la cara de Bokuto a menos de cinco centímetros de la mía.
Había olvidado el hecho de que estaba durmiendo en su casa, más precisamente en su cama, a su lado y que, aquello que me daba calor, era su brazo en mí cintura y su cuerpo cerca del mío.
Tenía su otro brazo bajo mí cuello y me encontraba demasiado relajado pero sabía que era demasiado tarde.
Mí celular comenzó a sonar repentinamente por lo que como pude me giré para tomarlo a la vez que sentí a Koutaro presionar el agarre en mí cintura y pegar su cabeza en mí espalda.
Dios, solo te pido que me des fuerzas para no morir de ternura ahora mismo.
Cuando miré el celular eran las dos de la tarde y tenía seis mensajes junto con un par de llamadas, los mensajes provenían de la misma persona y las llamadas de otra, lo cual me sorprendió.

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De: Osamu!!.
Para: Akaashi Keiji.

Hola Akaashi, perdón que te moleste pero no se que hacer.
Se me acaba de caer una botella y me corté.
Además de que tu mamá me llamó preguntándome por vos, por nosotros y no sabía qué decirle.
Me dijo que no le respondiste las llamadas y que te vaya a ver.
Pero fui a tu casa y no estabas.
Por favor llámame cuando leas esto.
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Llamadas: (4) Mamá.

El universo no quiere verme feliz, eso ya lo comprendí desde hace tiempo.

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De: Akaashi.
Para: Osamu!!

Hola, Osamu.
Pensé que te había dicho que no me hables otra vez y que si mí mamá te molestaba de nuevo, que bloquearas su número. Ahora yo hablo con ella.
¿Ya solucionaste el tema del corte con la botella? ¿Estás bien? Avísame si necesitas algo.
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De: Osamu!!
Para: Akaashi Keiji.
En realidad no, no solucioné nada. Estuve buscando algo para detener el sangrado pero no encontré nada.
No te quería molestar pero si tenés algo que sirva en esto, te agradecería.
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De: Akaashi Keiji.
Para: Osamu!!

Está bien, esperame que en cinco minutos estoy allá.
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— ¿Ya te vas? - escuché la voz ronca de Bokuto hablarme y por momentos quise quedarme.-

— Sí, alguien me necesita y tengo que ir. - le informé mientras tomaba mí ropa y me dirigía al baño a arreglarme.-

Sentía unos pinchazos en el pecho cuando la voz de aquel chico peligris se repetía en mí cabeza preguntándome si ya me iba.

— Llamame si algo pasa o necesitas de mí ayuda. ¿Okey? - preguntó Koutaro cuando salí del baño e hice un puchero.-

En verdad, él no merecía esto y yo era una persona horrible.

— No prometo nada pero lo voy a tener en cuenta. - me acerqué a él, deposité un beso en su mejilla y me fui.-

Al llegar a la casa de Osamu, toqué su puerta y luego de que abriera, entré.

— ¿Qué te pasó? - pregunté recorriendo con mí vista su cuerpo en busca de alguna lesión.-

— Estaba tratando de tomar agua mientras miraba un partido y se me cayó la botella. - me informó mientras pasaba una mano por su cuello claramente apenado.-

— Okey y ¿Dónde te lastimaste?

— Oh, acá. - me mostró su mano y ésta tenía leves cortes.-

— Osamu, sos un idiota. Tenés en tu casa más de cuatro cajas con banditas con las cuales te pudiste haber vendado solo, no necesitabas de mí ayuda.

— Pero es que quería verte y acá estás. - luego de que terminara de decir eso golpeé su hombro.- Auch, ¿Eso a que vino?

— Yo estaba ocupado antes de venir a verte y tuve que venir súper rápido acá porque me dijiste que te estabas muriendo. - volví a golpearlo y se quejó.- Llego a tu casa y vos estás en perfectas condiciones y yo otra vez, como un boludo vengo a verte porque estaba preocupado pero - iba a golpearlo nuevamente pero me detuve.- ¿Sabés que? Ya está, estoy cansado de vos, de que me tengas a las vueltas y me manejes como si fuese un muñeco. Capaz me lleve un tiempo pero voy a olvidarte, así que te pido que borres mí número y el de mí mamá, bloqueala o no sé pero no recibas más llamadas de ella y, por favor, no me llames más. Estoy cansado de esto, Osamu. Me dijiste que querías que te perdonara pero seguís haciendo las cosas mal y yo sigo atrás tuyo.

— Pero, Akaashi. - tomó mí mano y fruncí el ceño.- Yo en verdad te extraño, necesito verte todos los días. Yo-

— Ya perdiste la oportunidad cuando estábamos juntos, Samu. - quité su mano de la mía y me acerqué a la puerta.- Creo que es un poco tarde pero es momento de que definitivamente nos separemos y cada uno vaya por su lado. No me digas buscando porque ahora sí que no voy a volver. Te podes quedar con esas cosas de primeros auxilios por si los necesitas de nuevo.

Le ofrecí la bolsa y luego de que la tomara me fui a mí casa, a llorar.
Extrañaba a Bokuto pero no podía llamarlo cuando lo había dejado para venir a ver a mí ex.