Capitulo 25: ¡Dispárame si puedes, sé quien eres!

200 38 0
                                    

El disparó fue tan preciso que no acabó con la vida de solo uno, sino que logró dañar a los dos. Terminando con la confianza que le tenía, las promesas vacías que nunca cumpliría y el estúpido y arrollador amor. 

LUNA V

4 HORAS ANTES

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

4 HORAS ANTES

Me siento en la banca de madera que está ubicada frente la edificación más conocida de mi pueblo, la escultura de "la mano de un asesino" aunque en realidad su nombre es "la mano de Dios".

Fue construida desde hace... —Leo la placa de metal desgastada, que tiene la fecha y la historia que claro, no me molestaré en leer— 200 años, le otorgó gracias a su antigüedad el nombre a Handtown y es la estructura que cada turista que pisaba este lugar debía visitar, aunque ahora no es más que un mal recuerdo lo cual lo hace el sitio en donde hay menos posibilidades de que alguien se atraviese.

¿Por qué la llamo de este modo? Porque es la palma de una mano con todo y detalles, la cual está tomando una especie de árbol entre sus dedos que un poco después plantará en el suelo. Representa más o menos lo que ocurre en el génesis, la creación de la tierra. Y a pesar de que lo anterior no responde mi pregunta, la respuesta no está en la estatua, el apodo que coloqué es gracias a lo que las personas hacen con ella, matar.

Ahora se estarán preguntando, ¿cómo alguien puede asesinar a otro, con una mano muy grande quieta en un solo sitio? Fácil, es un arma homicida cuando cualquier humano de tamaño normal se esconde detrás de ella, espera a la víctima y la sorprende con pistola en mano sin darle tiempo de reaccionar. Eso es lo que más o menos tengo pensado hacer, pero al contrario de los demás solo le daré un susto demasiado grande como para alejarlo inmediatamente de Chris.

Espero que salga bien.

• • •

Aguardo un tiempo largo mirando las palomas que se posan en las yemas del dedo índice que se encuentra apuntando hacia el norte, hasta que finalmente la persona que con tantas ansias esperaba, se ve a lo lejos con un ramo de rosas entre sus manos, una gorra negra puesta de lado y su cabello rizado se revuelve con el viento.

Lleva una camisa con la bandera estadounidense plasmada como un dibujo de niños y no se molestó en ponerse un pantalón, sino que una sudadera corta es lo que completa su atuendo. Antes de permitirle que se acerque más al lugar en el que estoy, me ubico en el sitio correcto, saco el arma dejándola atrás de mi espalda y marco su número desde el celular de mi amiga, escondiéndome atrás de la gigantesca escultura. —Tomé su teléfono mientras dormía que es lo que hace todo el maldito día—. Contesta segundos después de que presiono el botón con una voz excesivamente alegre y desde mi posición veo como salta al recibir la llamada.

Chris, estaba esperando esto desde hace tanto, pasaron solo unas horas sin escuchar tu voz, pero para mí fue mucho más que eso. En fin, dejándonos de cursilerías, ¿dónde estás? —pregunta, inquieto, al tiempo que empieza a marcar un ritmo con sus piernas contra el asfalto. Está asustado

Mi vida con Laura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora