Capitulo 13: Adiós, nos vemos en la morgue

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Él necesitaba un refugio

Estaba acabado y ella arribó

Quiso cambiar su destino

Zozobra y angustia finalmente causó

Frente a frente nada tiene sentido

Ni rogando el titubeó

Ambos nacieron del recuerdo

Juntos cayeron a la perdición

LUNA V


Vale, esto ya es bastante agotador

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Vale, esto ya es bastante agotador.

Puedo ignorar que un asesino me amenace, persiga, y escriba notas siniestras una, dos e incluso tres veces, pero ¿cuatro? ¿No es demasiado hasta para mí?

Ya viene siendo hora de poner atención e investigar al hijo de puta que invierte su tiempo en acosarme.

Debo desconfiar de todos a mi alrededor porque hasta la persona más cercana puede ser tu peor enemigo y no lo sabrás hasta que sea muy tarde y tenga toda tu confianza.

Estoy un poco traumada, a decir verdad.

Mi principal sospechoso es el chico que me encontré aquel día en la universidad; su cabello rizado y castaño me produjo una sensación familiar, como si lo hubiera visto en algún lado y sus ojos extraños, tenían algo que te invitaba a adentrarte en sus secretos. Llegó de imprevisto y desde entonces no lo he vuelto a ver. Es en realidad un completo desconocido.

Debo encontrar algún registro o pruebas de que era quien decía ser: alguien que solo buscaba diversión.

Mi segunda opción es Josh. Y sé que es imposible, que es el mejor ser del mundo, que cuando pasamos por un jardín prefiere darse la vuelta para no pisarlo y cuando un insecto está en su mano prefiere soplarlo antes de que yo logre acabar con su vida, pero, aunque me duela mucho y aunque lo quiera más cada día, debo desconfiar de él. Y no es que tenga pruebas, pero si analizo mi grupo de conocidos solo se me vienen a la mente dos personas y una de ellas casi muere a manos de ese mismo incógnito.

Aunque... Chris sigue siendo mi tercera alternativa. No sé si todo era su plan y quería que no sospechara de ella.

Mierda, no sabía que pensar era igual de agotador que no hacerlo.

Ser paranoica no es nada fácil, por eso es mejor vivir en la indiferencia.

El tono suena varias veces y al no recibir respuesta de parte de Chris, guardo el teléfono, me acomodo en el asiento del carro, ruedo el espejo hasta poder retroceder correctamente y presiono el acelerador para salir lo más rápido posible del hospital que acabó con mis insignificantes ganas de seguir viviendo.

Mi vida con Laura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora