"Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera".
MARY SHELLEY (FRANKENSTEIN)
Y aquí estamos de nuevo, en otro capítulo de Las mierdas de una vida que terminará en el caño.
Hoy empezamos nuestro relato en medio de un camino. El camino a mi carro, la escapatoria, mi casa, tantas cosas, pero empecemos por la más fácil. Este es el camino en donde hubo muerte. Una muy horrible, pero fue pura defensa propia.
Aun así, una vida es una vida.
Y ¿qué desea la muerte?
Desea lo mismo, muerte.
Eso es lo que habrá hoy.
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Las noches se caracterizan por ser solo oscuridad, a veces observamos estrellas, de vez en cuando la luna se muestra en todo su esplendor, con frecuencia los edificios tienen luces que la aclaran por instantes, pero, aun así, con todo lo anterior, es la bruma, lo no visible, lo extraño.
A pesar de eso, muchas personas admiran la noche, admiran su aura, lo que puede traerles, los secretos que deberán descubrir y yo, no me incluyo en eso por nada.
En cambio, yo busco la luz, lo contrario a mí, pero es está la que me produce calma. Porque todo es visible, porque entre los árboles podemos ver sombras que en la noche no podemos notar, porque en la claridad del sol no se esconden tantos secretos como en su adversaria, la extrañeza de la luna. Porque siento que cuando no hay luz, pueden salir de la tierra los fallecidos y ese es mi mayor temor realmente. Los muertos más no la muerte.
Sabiendo esto, el paisaje que pasa por mi ventana es una verdadera belleza. Los árboles danzan, el sol está tan hermoso y resplandeciente, los edificios que pasamos anoche se ven imponentes y no como simples luces espontáneas y el camino es claro, mostrando lo que viene. El carro de mi padre es oscuro así que desde afuera no se puede ver nada del interior, pero desde adentro podemos observar cada detalle.
Todo está tan callado y en paz, pero... no quiero que siga así. Prendo la radio, conecto el Bluetooth a... mierda, verdad que ya no tengo celular. Giro la cara para enfrentarme a mi amiga, pero ella ni pizca de atención me presta ya que tiene los audífonos puestos y su rostro está relajado. Tiene los parpados cerrados, pero con las manos tiene un ritmo que supongo es el mismo de la música.
Tengo la opción de quitarle las tiras que cuelgan de sus oídos y robar su celular para conectarlo con la radio, pero termino dejándola de ese modo, volteo el torso hacia adelante y consigo una emisora más o menos buena.
Ahora la victima de mi análisis es mi padre, que tiene la vista fija hacía adelante. Tiene el rostro mucho más delgado que como lo recuerdo —Cambios es lo de menos después de una despedida de casi 17 años—, y su piel está muy pálida, un poco más de lo normal. Todo en él grita que huya, que me aleje, que lo odio, pero en mi alma y mi corazón, sé que la disculpa que acepté fue más que sincera, fue verdadera, la razón es que en verdad noto cambios. Creo que esos dos hijos, mis hermanos y la esposa que tuvo anteriormente ayudaron a hacerlo mejorar y lograr una versión diferente de su ser.
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Mi vida con Laura ©
Mystery / ThrillerUn amor imposible. Una enfermedad mortal. Un asesino enmascarado. Y un pasado que amenaza con acabar conmigo. ¿No decían que veníamos al mundo para vivir la vida? Pues en mi caso no es así, siento que mi único objetivo aquí es terminarla. Iniciada:...