Capitulo 18: Un velorio

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"Todos los hombres matan lo que aman: Unos con una mirada de odio, otros con una palabra acariciadora; el cobarde con un beso, el valiente con la espada"

OSCAR WILDE

Plantas de todos los colores adornan el primer ataúd

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Plantas de todos los colores adornan el primer ataúd.

El otro está repleto de unas flores completamente negras.

El cielo de un lado está vacío, sin una nube, brillante, el sol imponente mostrando que es el dueño del mundo.

Al otro extremo hay un torbellino de oscuridad, tristeza y desolación, que se refleja en todo el ambiente. Cada persona que por simple curiosidad se acerca, da media vuelta y se marcha al sentir un vacío en el pecho sin explicación.

En el ataúd del lado izquierdo hay una joven, de unos 22 años aproximadamente, con un vestido de flores precioso ondeando en una posición casi ficticia, con una sonrisa perfecta, pero que en ese instante se encuentra sin vida y pálida como siempre anhelaba estarlo. Mi piel es casi como un tomate era su queja repetitiva.

En el lado derecho, hay una joven también, con los rasgos más definidos y maduros, pero que al contrario de su acompañante lleva un simple pantalón y una camisa rasgada que refleja el poco esfuerzo que tenía en vida para arreglarse. A pesar de eso es muy hermosa.

Un par de ojos son verdes, pertenecen a la castaña, ahora con el pelo blanco, que sacó mil sonrisas cuando su corazón seguía latiendo.

Los otros son oscuros, tan negros y profundos que al verlos por primera vez producen un escalofrío. Su dueña es la rubia esbelta que a pesar de su belleza no tuvo mucha suerte con sus amistades, ella más bien espantaba con sus indirectas y miradas cargadas de odio. Podía ser modelo si era más carismática.

El nombre de una es Chris, como su hermano y su padre que no asistieron al funeral, pero su ataúd está rodeado por bastante gente que, atraída por su belleza magnética, la observa preguntándose porque un alma tan linda debía morir de ese modo.

La otra chica lleva por nombre Laura, a ella no la acompaña nadie, ¿por qué? porque nadie la conocía, porque las únicas personas a la cual le importaba están una muerta a su lado y la otra no se sintió capaz de asistir.

¿Por qué sé todo esto? Porque estoy aquí.

¿Quién soy yo? Soy la universitaria antisocial que estaba presentando.

¿Cómo demonios habla un fantasma? Fácil, puede hablar si no está muerto, ¿No?

¿¡Creías que te ibas a librar tan fácil de mí!? ¡Pues no!

Te engañé, ja, la verdad es que estoy más viva que nunca y ese nombre, el funeral, hizo que te lo creyeras aún más, soy un genio, lo sé.

Y lo de rubia esbelta, ¡sí claro!

Mi vida con Laura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora