Capitulo 26: Pequeño Josh / Parte 2

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En 15 segundos una relación de años puede romperse, en 15 segundos un nuevo vínculo puede surgir, en 15 segundos la persona que más queríamos puede esfumarse, y en 15 segundos el asesino puede apuntarle a su víctima y jalar el gatillo. Todo eso puede suceder en el mismo transcurso de tiempo, la única diferencia es el camino que tomemos. Entonces... ¿Qué harás tú en esos 15 segundos?

LUNA V

LUNA V

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JOSH

Y cada momento desde ese encuentro, lo atesoraría como el mayor de los regalos.

Cada risa que me dedicaba así fuera mínima, me motivaba y me hacía creer que todo estaba bien. Cada lágrima que al frente mío derramaba, era una muestra de que la confianza iba aumentando y cada segundo que la tenía a mi lado, el objetivo principal era apoyarla y conocerla un poco más.

Fue muy difícil, lo acepto. Ella era tan excesivamente reservada que a veces mis fuerzas flaqueaban, ya que no creía tener una alegría lo bastante grande para ambos; de vez en cuando me apartaba y todos los muros a su alrededor se construían de nuevo y la mayoría de los días se menospreciaba asegurando que no era buena para mí y que mejor era separarnos porque al estar cerca me sucederían cosas malas.

No le creí y ese fue el error más grande de todos.

Pero no nos adelantemos tanto en la historia, mejor volvamos un poco en el tiempo a uno de los instantes más felices que tuve con ella. Regresemos al día en el que la sinceridad fue real, fue palpable y por lo tanto esa fecha se convertiría en una de las más importantes para mí.

Y empezó como un día normal.

Como un 2 de septiembre común y corriente en el solitario pueblo de Handtown.

Recuerdo que los árboles palidecían, algunas hojas entre verdes y rojizas se observaban en los andenes y el viento las azotaba, haciéndolas revolotear por todo el lugar.

Levanté el brazo con el claro objetivo de tomar una de ellas entre mis manos, y al lograrlo, la guardé en uno de los bolsillos de la sudadera y procurando que mis palabras solo fueran escuchadas por mí, cité el nombre de mi hermano para después agregar un pausado:

Esta pequeña hoja es para ti.

Agaché la cabeza después de esto, metí las dos manos en los bolsillos y con una lágrima de nostalgia rodando por mi mejilla, inicié el largo trayecto hasta mi casa a paso moderado, mientras sentada en el porche esperaba impaciente una versión un poco más joven de la Laura que conozco. Tres años menos de recuerdos y a pesar de ser un lapso de tiempo relativamente corto, todo en ella era muy distinto a la chica fría y a la defensiva que me rompió el corazón hace una semana.

Estaba apoyada en una pared con las piernas estiradas, los brazos detrás de su cabeza, sus ojos admiraban el cielo y me buscaban impacientes y cuando me hallaron, su sonrisa subió y despegó las manos, para colocarlas a los lados apoyándose en estas. Su aura era cálida y se veía cómoda en esa posición. La analicé un instante e inhalando una gran bocanada de aire, seguí andando hasta ubicarme a su lado.

Mi vida con Laura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora