Capitulo 19: Problemas de familia

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"Cree solo la mitad de lo que ves y nada de lo que oyes".

EDGAR ALLAN POE

Me siento en el mueble mientras observo toda la casa

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Me siento en el mueble mientras observo toda la casa. Es un espacio bonito con un tinte antiguo y con muebles de madera que al parecer cuidan demasiado porque se ven perfectos. La casa tiene dos pisos que se conectan con una escalera de caracol, las paredes son todas azules, excepto la de la cocina la cual tiene colgada una fotografía y es completamente negra.

Es sorprendente como desde afuera cualquier lugar se ve pequeño, pero al entrar puede convertirse en una mansión.

—Es... bueno es... —Chris está dudando entre halagar la casa y no hacerlo.

—Está bonita, es verdad —confieso, ayudándola en su indecisión. Estoy convencida de que se refiere a la vivienda, hasta que sigo la dirección de su mirada y me doy cuenta de que se estaba refiriendo a el chico de la entrada, el cual está apoyado en el borde de la puerta hablando con John. Yo también pasé por eso, pero... estará en problemas si siquiera lo piensa.

—Mmm, ya entiendo... —murmuro incriminándola, ella ni se inmuta por el tono de mi voz y en cambio apoya su cabeza en la mano mientras sigue observándolo—. Chris. —La llamo sin obtener respuesta—. ¡Christine Angelus Williams! —exclamo al tiempo que pellizco su hombro, logrando que voltee la mirada y me observe.

—Auch, me dolió Laura... y por favor, si no quieres morir instantáneamente y ser vista en tu ataúd sin cabello ni dientes, no lo vuelvas a repetir jamás. —Asiento, mientras cruzo los dedos.

Ese nombre será y es mi estrategia de persuasión desde que lo supe, ya que ella lo odia al igual que yo al mío, pero no por las mismas razones.

Las suyas son porque, además de ser muy gracioso, casi como si sus padres desearan que la molestaran en la escuela, es una burla a mi amiga porque ella es todo menos un angelito caído del cielo. No saben todas las historias extrañas que he ido recopilando con mi larga amistad y todas las veces que la tuve que esconder en mi casa o decir que estaba allí cuando se iba de fiesta.

¿A qué persona le debía explicar algo? A su hermano, que era un sobreprotector y la quería esconder del mundo para que no le sucediera lo mismo que a sus papás. No sé cómo logró todo ese tiempo ser la mejor del curso, cuando se levantaba todos los días con una resaca de los mil demonios o como sea que le diga ella.

Tomar todos los días e ir de fiesta era parte de su rutina diaria, hasta que el cáncer invadió la vida de Christian. El gran problema es que, cuando yo le dé un chance, podría recaer, esa es la razón por la que la traje al viaje, quiero permitirle pasar los últimos momentos conmigo y que le pueda hacer ver que puede haber una vida "después". Puede tener una familia, puede encontrar la felicidad, me voy a asegurar de eso.

—Por favor, hay tantos chicos en el mundo y te vas a centrar en mi hermano. —Le explico y al instante Chris aparta la vista.

—¿Cómo sabes que es...?

Mi vida con Laura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora